Al príncipe Andrés le gustan el lujo, la ostentación y el dinero. Pero hace ya años que carece del último elemento, esencial para los dos anteriores. Ahora, su última posibilidad de hacer dinero fácil se ha desvanecido y su único ingreso estable es una pensión anual con la que no cubre ni dos semanas de alquiler.
Al príncipe Andrés le gustan el lujo, la ostentación y el dinero. Pero hace ya años que carece del último elemento, esencial para los dos anteriores. Ahora, su última posibilidad de hacer dinero fácil se ha desvanecido y su único ingreso estable es una pensión anual con la que no cubre ni dos semanas de alquiler.