De poco o nada le van a servir a Abascal las fotos y los abrazos con líderes extranjeros si luego es incapaz de dar la talla en España
The post Donde dije digo, digo Diego first appeared on Hércules. Donde dije digo, digo Diego. Esta podría ser la frase estrella del Gobierno, les recomiendo adoptarla como nuevo eslogan político. Había tantísimas cosas que no se podían hacer, ni mucho menos consentir, tantos pactos a los que no se iba a llegar y tantas líneas rojas que no se iban a cruzar, muchas eran y nada quedaron. No hay nada nuevo en el horizonte, el Gobierno sigue en su línea, sudando la camiseta, como les gusta decir, continúan con sus burdas artimañas para intentar hacer pasar por negociación lo que a todas luces es un chantaje. Hay que ver que ni dedican malas palabras a sus chantajistas, menudo aguante tienen.
La situación es bochornosa, los escándalos se suceden con tanta frecuencia que la población está anestesiada, el blanqueamiento de las mentiras es tal que ni llaman la atención. El independentismo catalán se encuentra bajo mínimos y el Gobierno está conectado a un respirador, aun así, la legislatura sigue, y visto lo visto seguirá hasta el final. Los independentistas son conscientes de que no se van a ver en otra igual, por eso están dispuestos a sostener al Gobierno con sus votos, no necesitan volver a armar jaleo sacando las urnas a la calle, les basta con que les sigan regalando competencias, de facto es lo que les hará independientes. Es irónico que quienes sostienen al Gobierno de la nación sean quienes no quieren formar parte de ella.
Es más que evidente que el PSOE pactará con quien tenga que pactar para mantenerse en el poder, y que ninguna de sus alianzas le arrancará el más mínimo sonrojo. Siendo consciente de sus limitaciones y de su incapacidad para gobernar en solitario, el PSOE ha logrado meter bajo su paraguas progresista a todos sus socios, y gracias a los cargantes discursos de sus adeptos ha logrado atribuirse a sí mismo la mayor de las legitimidades. Por el contrario, el PP es incapaz de llegar un acuerdo sin arrepentirse al día siguiente, por eso de qué dirán de ellos los votantes socialistas. El problema está en que los populares son los primeros que han asumido el discurso socialista, se han dejado nuevamente enredar por el PSOE y han dado por buena su auto conferida legitimidad.
Aun en un escenario pesimista, Sánchez acabará cayendo, pero olvídense de los gobiernos en solitario, el cambio no vendrá de la mano de una mayoría absoluta del PP, la alternativa vendrá de la mano de un pacto entre los partidos de derechas. He escuchado a muchos tertulianos rasgarse las vestiduras al hablar del Gobierno actual, ninguno de ellos entiende cómo hemos podido llegar a esta situación, pero son esos mismo tertulianos los que han contribuido y siguen contribuyendo a que Sánchez se mantenga en el poder. Contribuyen porque no consienten que el PP pacte con ningún otro partido, su negativa solo sirve para confundir a la ciudadanía, que acaba rechazando también los pactos. Pero guste más o guste menos, este es el escenario que tenemos, y no se puede propugnar un discurso anti-sanchista al mismo tiempo que se cierran las puertas a conformar un Gobierno alternativo.
Tampoco es que en Vox se muestren muy colaborativos, ahora están más en el rollo de las giras internacionales. Les gusta codearse con otros partidos, si bien no veo mal que intenten quedar bien fuera de casa, porque a eso te obliga la política internacional, harían bien en asegurarse antes de que tienen la casa en orden. De poco o nada le van a servir a Abascal las fotos y los abrazos con líderes extranjeros si luego es incapaz de dar la talla en España.
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