Evolución de la asistencia a las manifestaciones del 8M en España: una caída constante durante una década

A pesar de su crecimiento, el movimiento feminista no ha conseguido en los últimos años una asistencia notable para sus manifestaciones del 8M
The post Evolución de la asistencia a las manifestaciones del 8M en España: una caída constante durante una década first appeared on Hércules.  El Día Internacional de la Mujer, celebrado cada 8 de marzo, se ha convertido en un evento clave en España para la reivindicación de la igualdad de género, los derechos de las mujeres y la lucha contra la violencia machista. Las manifestaciones del 8M en el país habían mostrado un crecimiento notable en participación desde sus inicios, pero en la actualidad el descontento con los representantes del movimiento feminista han producido un notable descenso del apoyo y la participación.

Asistencia antes del año 2000

Las manifestaciones del 8M en España comenzaron de manera discreta en la década de los 70, especialmente con actos vinculados a la lucha por la igualdad de derechos en una sociedad que aún salía de la dictadura. Durante los años 80 y 90, la asistencia fue modesta, pero constante, con especial relevancia en Madrid y Barcelona, donde colectivos feministas locales organizaban actos conmemorativos y reivindicativos. Aunque no existían cifras oficiales sobre participación, se trataba de concentraciones de menor escala en comparación con las movilizaciones que se desarrollarían posteriormente.

Crecimiento en el siglo XXI

A partir del año 2000, la convocatoria del 8M fue ganando visibilidad y respaldo de diversas organizaciones feministas, sindicatos y partidos políticos. Según datos de la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid, en el año 2000 se registraron apenas 1.000 asistentes entre la plaza de Jacinto Benavente y la glorieta Emperador Carlos V. Este número fue aumentando progresivamente hasta alcanzar las 375.000 personas en Madrid en 2019, recorriendo el Paseo del Prado y la Plaza de España.

Durante los primeros años del siglo XXI, la cifra de asistentes se mantuvo entre 1.000 y 5.000 personas, con picos notables en 2013 con 8.000 asistentes y en 2015 con 9.000. En 2017, se produjo un salto significativo al pasar de 5.000 a 40.000 asistentes en Madrid. Este aumento coincidió con un contexto de aumento de la violencia de género y con un auge global de las protestas feministas.

En 2018, la cifra se disparó a 170.000 personas en Madrid y en 2019 se alcanzó el récord de 375.000 asistentes, siendo la manifestación más multitudinaria en la historia del 8M en España. Asimismo, el recorrido de la manifestación también creció significativamente, pasando de 1,3 km en el año 2000 a 3,9 km en 2019.

El declive del 8M

Las movilizaciones feministas de los últimos años han experimentado altibajos, reflejando tanto el impacto de la pandemia como la evolución interna del movimiento. En 2019, las manifestaciones mantuvieron la fuerza alcanzada en 2018, con más de un millón de personas participando a nivel nacional. En Madrid, se estimaron 375.000 asistentes. Sin embargo, en 2020, la pandemia comenzó a influir en la convocatoria, reduciendo la asistencia a unos 120.000 en Madrid y 50.000 en Barcelona.

El año 2021 marcó una drástica caída en la participación debido a las restricciones sanitarias, con solo 3.000 personas en Madrid y 4.500 en Barcelona. Aunque las medidas se relajaron en 2022, el miedo al contagio siguió limitando la presencia, con unos 20.000 asistentes en Madrid y 15.000 en Barcelona. En 2023, la recuperación fue evidente, con la participación alcanzando 100.000 personas en Madrid y 40.000 en Barcelona, aunque sin llegar a los niveles previos a la pandemia.

En 2024, la asistencia continuó mejorando, con 120.000 personas en Madrid y 50.000 en Barcelona. Sin embargo, el movimiento mostró signos de fragmentación, con diversas corrientes internas marcando las manifestaciones.

Un 2025 pasado por agua y lleno de dudas

La asistencia a las marchas feministas del 8M sigue en declive, acentuado este año por el mal tiempo y las divisiones internas del movimiento. La lluvia deslució la manifestación en Madrid, pero también influyó la creciente desconfianza hacia algunos de los líderes de la izquierda. Los nombres de figuras como José Luis Ábalos, vinculado a escándalos de prostitución, o Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, acusados de agresión y abuso sexual, generaron rechazo entre muchos, lo que llevó a una notable disminución de los participantes.

La Delegación del Gobierno reportó que solo 25.000 personas acudieron a la marcha, una reducción de 5.000 respecto al año anterior. Por otro lado, los organizadores calcularon que la cifra ascendió a 80.000, una caída significativa respecto a los 500.000 asistentes de 2024. Esto refleja un descenso de 420.000 personas en comparación con el año anterior, lo que pone de manifiesto el agotamiento de un movimiento feminista bajo el liderazgo de la izquierda.

Desde 2022, el movimiento está dividido en dos corrientes: una ‘transinclusiva’, organizada por la Comisión 8M, y otra abolicionista, convocada por el Movimiento Feminista de Madrid. La marcha matutina de la Comisión 8M reunió a los partidos de izquierda, incluyendo al PSOE, Sumar y Podemos, quienes, aunque unidos en esta ocasión, han sido objeto de críticas por su aparente desvinculación con los principios feministas. El PP, por ejemplo, acusó a esta marcha de no ser verdaderamente feminista, señalando que asistirían a la protesta vespertina organizada por el Movimiento Feminista de Madrid, que consideran más alineada con la lucha real por la igualdad.

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