A menudo nos enfocamos en dejar impecables los pisos, los muebles y las superficies visibles del hogar, pero hay un detalle que suele pasar desapercibido: los cables. Esos hilos que serpentean detrás del escritorio, junto a los electrodomésticos o bajo la encimera acumulan polvo, grasa y enredos con el tiempo, convirtiéndose en los grandes olvidados
The post ¿Cables sucios en la cocina o el escritorio? Así se limpian sin dañarlos appeared first on Mejor con Salud. A menudo nos enfocamos en dejar impecables los pisos, los muebles y las superficies visibles del hogar, pero hay un detalle que suele pasar desapercibido: los cables. Esos hilos que serpentean detrás del escritorio, junto a los electrodomésticos o bajo la encimera acumulan polvo, grasa y enredos con el tiempo, convirtiéndose en los grandes olvidados de la limpieza. Y aunque parezcan secundarios, cuidarlos es esencial: no solo mejora la higiene, sino que prolonga la vida útil de los aparatos y reduce riesgos eléctricos.
Por eso, dedicarles unos minutos de atención ayuda a mantener el hogar más limpio, seguro y funcional. A continuación te contamos cómo hacerlo.
1. Desenchufa el electrodoméstico o dispositivo electrónico
Para empezar, hay una regla básica que no se puede saltar: desenchufa siempre el electrodoméstico. No basta con apagarlo; el cable debe estar completamente fuera del enchufe para evitar cualquier riesgo eléctrico. Una vez desconectado, ya puedes comenzar con la limpieza.
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2. Retira el polvo con un paño seco
Con un paño de microfibra seco o un plumero, limpia toda la superficie del cable. Este paso evita que el polvo se mezcle con el líquido y forme una pasta difícil de quitar.
3. Limpia con una solución suave
Prepara una mezcla casera según el tipo de suciedad: para suciedad general, usa agua tibia con unas gotas de jabón para platos; para grasa pegajosa, mezcla partes iguales de agua y alcohol isopropílico. Humedece ligeramente un paño (sin que gotee), escúrrelo bien y pásalo por todo el cable, desde la base del aparato hasta el extremo del enchufe.
4. Aclara y seca completamente
Usa otro paño humedecido solo con agua para retirar restos de jabón o alcohol. Luego, seca completamente con un tercer paño limpio y seco. Asegúrate de que no quede humedad antes de volver a enchufar el aparato.
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Errores comunes que debes evitar al limpiar cables
Para cuidar tus cables y evitar accidentes, hay algunas reglas básicas que conviene tener siempre presentes:
- No los mojes directamente. Nunca sumerjas los cables en agua ni los expongas a chorros de líquido. La humedad puede filtrarse y provocar daños internos o cortocircuitos.
- Evita productos agresivos. Lejía, amoníaco o limpiadores abrasivos pueden corroer el revestimiento plástico y reducir la vida útil del cable.
- No los fuerces. Tirar, doblar bruscamente o enrollar con fuerza puede dañar las zonas más sensibles, como las conexiones con el enchufe o el aparato.
- No los enchufes si están húmedos. Asegúrate de que el cable esté completamente seco antes de volver a conectarlo, incluyendo los extremos y conectores. Es un paso clave para evitar riesgos eléctricos.
<blockquote class="in-text">Recuerda enrollar los cables de forma suelta y usar organizadores visibles: evitar nudos y pliegues protege el cableado y facilita la limpieza diaria.</blockquote>
Limpiar los cables no es una tarea aislada, sino parte de una lógica más amplia: la de mantener en buen estado los sistemas que sostienen el funcionamiento cotidiano del hogar. Así como se revisa un filtro, se organiza una despensa o se ventila una habitación, atender los cables implica reconocer que el orden y la seguridad también dependen de lo que no está a la vista. No se trata de obsesión por los detalles, sino de entender que el deterioro empieza en lo mínimo, y que prevenir siempre será más sencillo que reparar.
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