A mis 43 siento como si hubieran transplantado la cabeza del universitario que fui en el cuerpo de un hombre canoso, pero ha habido más cambios si lo pienso bien.
A mis 43 siento como si hubieran transplantado la cabeza del universitario que fui en el cuerpo de un hombre canoso, pero ha habido más cambios si lo pienso bien.