«Sirvan los machos alfa de los ochenta y noventa como exponente superado —al que ojalá nunca volver, ni siquiera en este tiempo políticamente sombrío— como contraposición a los nuevos príncipes de Hollywood propuestos en este trigésimo primer Hollywood Issue que tiene entre manos».
»Sirvan los machos alfa de los ochenta y noventa como exponente superado —al que ojalá nunca volver, ni siquiera en este tiempo políticamente sombrío— como contraposición a los nuevos príncipes de Hollywood propuestos en este trigésimo primer Hollywood Issue que tiene entre manos».

