Quizá has notado que tus plantas pierden el brillo en invierno. Incluso puedes ver que las puntas de las hojas se han secado, aunque riegas con frecuencia. El problema puede ser la calefacción, que reduce al mínimo los niveles de humedad ambiental y las corrientes de aire calientes que deshidratan las hojas con mucha rapidez.
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Muchas plantas tropicales, acostumbradas a la humedad constante, sufren estrés visible en estas condiciones. Sin embargo, hay algunas especies mejor adaptadas a los ambientes secos, como la sansevieria, la zamioculca y el ficus elástica.
Estas plantas almacenan agua en sus tejidos o tienen hojas diseñadas para minimizar la pérdida de humedad. Te contamos cuáles son y cómo mantenerlas sanas durante los meses fríos, cuando la calefacción está a tope.
Sansevieria o lengua de suegra
Sus hojas carnosas actúan como depósitos de agua. Tolera el aire seco porque cierra sus estomas durante el día, reduciendo la transpiración. Puede estar semanas sin riego en invierno.
Zamioculca o planta ZZ
Los tallos gruesos y las hojas brillantes retienen humedad de forma eficiente. Crece desde un rizoma subterráneo que almacena reservas de agua, lo que le permite resistir periodos largos de sequedad ambiental.
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Ficus elastica
Las hojas gruesas y cerosas forman una barrera natural contra la deshidratación. Aunque prefiere humedad moderada, se adapta bien al aire seco si no recibe corrientes directas de calor.
Pothos
Esta trepadora flexible se aclimata a casi cualquier ambiente. Aunque aprecia la humedad, sus raíces aéreas le permiten absorber agua del sustrato de forma eficiente, compensando la sequedad del aire.
Philodendron scandens o filodendro corazón
Similar al pothos en resistencia, esta planta de hojas acorazonadas tolera bien la calefacción. Crece lentamente en invierno, lo que reduce sus necesidades de agua.
Aglaonema
Las hojas variegadas de esta planta china esconden una gran resistencia. Se desarrolla bien con luz indirecta y humedad baja, características típicas de interiores con calefacción.
Aspidistra elatior o planta de salón
Conocida por su resistencia extrema, aguanta negligencia, poca luz y aire seco. Sus hojas duras y el crecimiento lento la hacen ideal para espacios con calefacción constante.
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Cuidados recomendados para tus plantas durante el invierno
Aunque las opciones descritas pueden resistir bien la calefacción, te recomendamos tomar algunas precauciones para evitar la deshidratación de las plantas.
- Mantén las plantas a más de un metro de radiadores y rejillas de ventilación. Ubícalas, preferiblemente, en los rincones sin corrientes pero con luz indirecta.
- Reduce la frecuencia de riego. Deja que los primeros 3 a 4 cm de sustrato se sequen antes de volver a regar. El exceso de agua con raíces inactivas provoca pudrición.
- El polvo acumulado bloquea la luz y obstruye los estomas. Pasa un paño húmedo por las hojas cada dos semanas para mantener la capacidad fotosintética.
- Agrupa varias plantas para crear un microclima más húmedo mediante la transpiración conjunta. Una bandeja con guijarros y agua bajo las macetas aporta humedad por evaporación sin mojar las raíces. Los humidificadores ayudan, pero úsalos con moderación. El exceso de humedad puede favorecer hongos en ambientes cálidos.
La calefacción no tiene por qué ser enemiga de tus plantas de interior. Puedes mantenerlas sanas con la calefacción encendida. La clave está en elegir las especies adecuadas y adaptar los cuidados al ritmo lento que marca el invierno. Con una ubicación estratégica y riego moderado, tus plantas atravesarán la estación con la misma vitalidad que muestran en primavera.
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