Iker Jiménez criticó los recientes enfrentamientos entre periodistas y activistas
The post Micrófonos y dientes en el ojo del huracán mediático español first appeared on Hércules. Si el 2025 quería superarse en episodios surrealistas, lo está consiguiendo con creces. En el último capítulo de esta telenovela patria, Iker Jiménez, con esa mezcla de calma y tensión digna de un thriller paranormal, se ha desmarcado con unas declaraciones que ya están dando que hablar: «A mí me quitan el micrófono y yo le quito los dientes». Directo y al grano. Pero ¿quién no ha sentido alguna vez ese arrebato vengador cuando te arrebatan «tu herramienta de trabajo»?
El asunto viene calentito desde las trifulcas protagonizadas por periodistas y activistas, con micrófonos volando (literalmente) y tensiones que han reventado el barómetro del absurdo. Primero fue Ana Pardo de Vera quitándole el micro al activista Bertrand Ndongo, un gesto que desató la ira de unos y la ovación de otros. Después, Antonio Maestre y Vito Quiles subieron el nivel en su propio enfrentamiento, mostrando que lo de «debatir» ya no está de moda. Pero lo que de verdad ha puesto la guinda ha sido el único, el irrepetible «concurso» lanzado por Vox en sus redes sociales.
Porque claro, ¿qué mejor manera de rebajar tensiones que proponiendo un «concurso de lanzamientos de micrófonos»? En este insólito certamen, los objetivos son medios como TVE, La Sexta, Cadena SER o Canal Red. En redes sociales, la formación liderada por Santiago Abascal anima con mensajes que suenan tan realistas como un guión de comedia: «Insulta o no digas nada, lo que sea más cómodo». Todo muy español, porque no hay nada que una más a la población que una buena sesión de caos organizado.
Mientras la polémica sube de temperatura, Iker Jiménez ha querido poner un pie en el freno, aunque no sin antes dejar claro su punto: «Me da igual quién sea, político, periodista, activista o el fantasma de la curva, ¿por qué me quitas mi instrumento de trabajo? Esto no conduce a nada bueno». Y es que, entre los dientes de menos y los micrófonos de más, el presentador ha hecho un llamado a la cordura: «Hay que respetarnos. Estamos todos trabajando y queriendo informar te guste más o menos». Claro, porque si algo falta en este país es un poco de calma y menos concursos surrealistas.
Mientras algunos intentan calmar las aguas, otros se preguntan si esta escalada de tensión mediática es solo un preludio de algo mayor. Quizás lo próximo sea un «torneo nacional de insultos» o una competición por ver quién puede romper más micrófonos en menos tiempo. Sea como sea, el panorama mediático español parece haber entrado en una dimensión paralela donde la realidad y la comedia absurda se entremezclan sin límites claros.
Con este panorama, no sabemos si Iker Jiménez necesitará algún día su propia nave del misterio para resolver el fenómeno paranormal en el que se está convirtiendo la convivencia mediática en España. Pero de algo podemos estar seguros: ni los micrófonos ni los dientes volverán a ser lo que eran. ¡Cuidado con el patio, que está muy «fogoso»!
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