No es una novedad que el arte se ha convertido en un símbolo de estatus económico. Pero la correlación entre capital cultural y capital económico ha adoptado otras formas más sibilinas, propias de los tiempos actuales.
No es una novedad que el arte se ha convertido en un símbolo de estatus económico. Pero la correlación entre capital cultural y capital económico ha adoptado otras formas más sibilinas, propias de los tiempos actuales.