Vox se desmorona por luchas internas, purgas y acusaciones de corrupción. Con Abascal al mando no se tolera la disidencia
The post Las luchas internas desangran a Vox first appeared on Hércules. Las constantes pugnas internas, la falta de democracia y las luchas de poder han convertido al partido en un campo de batalla . Lo que se vendió como un proyecto de renovación política se ha transformado en una estructura autoritaria, sectaria y carcomida por el odio.
La salida de Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros y la condena al ostracismo de Ortega Smith representan las luchas de poder internas del partido, son el reflejo de una organización que se devora a sí misma. La facción liderada por Santiago Abascal no tolera disidencias, y cualquier figura que desafíe su línea de mando es eliminada.
El problema de fondo en Vox no es solo la falta de democracia interna, sino su incapacidad para construir una alternativa real. En lugar de aportar soluciones a los problemas de España, ha basado su estrategia en el ataque constante a colectivos vulnerables, en un discurso de odio que, poco a poco, ha ido perdiendo fuerza. Ahora, la violencia política que fomentaron se vuelve contra ellos mismos.
Abascal: un liderazgo basado en la purga interna
Las dimisiones y enfrentamientos internos no son accidentes, sino parte de una estrategia de purga política. Santiago Abascal ha consolidado un liderazgo donde solo tienen cabida quienes le son absolutamente leales. Aquellos que se desmarcan de su visión excluyente y autoritaria son apartados de inmediato.
El partido que irrumpió con fuerza en el panorama político español se desmorona desde dentro. Su incapacidad para gestionar sus propias diferencias, la falta de una propuesta política sólida y el desgaste de un discurso basado en la confrontación están pasando factura. La salida de Monasterio, las acusaciones de corrupción en Baleares y la falta de un liderazgo estable son síntomas de una crisis terminal.
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