​Juan Garaizabal, una ventana a los veraneos señoriales de Biarritz: «Las señoras se lanzaban al agua atadas con unas cuerdas para recibir los embates de las olas… ¡Era lo último» 

​Juan Garaizabal, una ventana a los veraneos señoriales de Biarritz: «Las señoras se lanzaban al agua atadas con unas cuerdas para recibir los embates de las olas… ¡Era lo último» 

 El reconocido escultor vasco expone dos esculturas (una de ellas en el mítico Hôtel du Palais) que conectan directamente con el pasado aristocrático de Biarritz, el pueblo ballenero que la emperatriz Eugenia de Montijo puso de moda a mediados del siglo XIX. 

​El reconocido escultor vasco expone dos esculturas (una de ellas en el mítico Hôtel du Palais) que conectan directamente con el pasado aristocrático de Biarritz, el pueblo ballenero que la emperatriz Eugenia de Montijo puso de moda a mediados del siglo XIX.