En Reino Unido, se ha interpretado este nuevo cambio como un indicio más de que la nueva base de operaciones de la monarquía británica ya no está en Londres sino en Windsor, donde hace años los príncipes de Gales también eligieron irse a vivir.
En Reino Unido, se ha interpretado este nuevo cambio como un indicio más de que la nueva base de operaciones de la monarquía británica ya no está en Londres sino en Windsor, donde hace años los príncipes de Gales también eligieron irse a vivir.

