Con ropajes tradicionales y el rey de todos los peinados japoneses, hace una década Noriko renunció a la familia real, de la que sus padres y su hermana mayor han sido y son grandes activos. Por una ley que está poniendo en peligro el futuro de la familia real japonesa, y que ha “desprincesado” también a su hermana Ayako y a su prima Mako.
Con ropajes tradicionales y el rey de todos los peinados japoneses, hace una década Noriko renunció a la familia real, de la que sus padres y su hermana mayor han sido y son grandes activos. Por una ley que está poniendo en peligro el futuro de la familia real japonesa, y que ha “desprincesado” también a su hermana Ayako y a su prima Mako.