A vueltas con el gasto militar

España debe prepararse para el mundo que viene, un mundo difícil. Necesitamos unas Fuerzas Armadas dignas de un país como el nuestro.
The post A vueltas con el gasto militar first appeared on Hércules.  En España suele haber una animadversión a todo lo relativo con la inmersión en defensa. Europa también sufre este mal desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y no es casualidad. Desde 1945, gran parte de los países europeos confiaron su defensa a los Estados Unidos, y desde 1949 a la OTAN. En definitiva, los estadounidenses llevan subvencionándonos la defensa de nuestras fronteras casi ochenta años.

Parecía que está situación duraría para siempre, pero los últimos acontecimientos al otro lado del atlántico hacen ponerse en lo peor al viejo continente. Parece que la administración Trump se ha cansado de sujetar el paraguas que nos resguardaba de peligros externos, y nuestro vecino al otro lado de los Urales tiene unas ansias imperiales evidentes, dicho por su propio líder, Vladimir Putin. En España tenemos que sumar una amenaza aún más grave, y son las políticas expansionistas del Reino de Marruecos.

En un mundo como el que se avecina parece evidente que hay que rearmarse, y muchos de los países europeos se están poniendo las pilas, ya era hora. Aquí surgen muchas preguntas, ¿Ejército europeo común?, ¿Rearme nacional de cada uno de los Estados miembros de la UE? Eso daría para otro interesante debate, pero como es natural, me interesa bastante más la situación de mi país. Los que conocemos de cerca al ejército español y el mundo militar sabemos que nuestras Fuerzas Armadas están en un estado lamentable. Fuerza Área con aviones de más de 40 años de servicio, material obsoleto, falta de munición, falta de personal…Infinidad de temas que darían para un informe detallado.

La visión negativa del ejército en España está claramente vinculada al franquismo. Las Fuerzas Armadas fueron la columna vertebral de un régimen que gobernó nuestro país durante cuarenta años. Tras la llegada de la democracia el ejército se veía como algo casposo, facha, autoritario y costoso. Esto produjo que cualquier intento de modernización de nuestro ejército fuera desactivado de inmediato. La mayoría de los argumentos contra la inversión en el ámbito militar suelen ser falacias de poco nivel.

El primero y más evidente es el pacifismo. Muchas personas piden que se acaben las guerras, la eliminación de los ejércitos…Es lo que Gustavo Bueno denominaba “pensamiento Alicia”, un pensamiento utópico y simplista que se aleja completamente de la realidad. La mayoría de la población postguerra mundial no se da cuenta que vivimos en un periodo de excepción. La guerra ha sido la constante en la historia de la humanidad, paz y guerra forman un todo que moldean las comunidades humanas. Y no confundamos pacifismo con ser pacífico. Ser pacífico es mantener una actitud defensiva, evitando todos los conflictos posibles, ser pacifista es ser un hippie predestinado a la aniquilación.

Otro argumento típico de los podemitas es el juego de suma cero. Ponen una imagen en la que sale un carro de combate (o tanque para los civiles) y un hospital, debes elegir entre uno de los dos. O gastas en carros de combate o gastas en hospitales. Está claro que esta falsa dicotomía va dirigida a personas del nivel del votante medio de Podemos. Es obvio que se puede gastar en ambos, hospitales y tanques, y para nada es cierto que lo que se deje de gastar en tanques vaya a ir destinado a hospitales. De hecho, seguramente vaya a destinado a la colación de prostitutas en empresas públicas. Si España hubiera seguido el consejo de Podemos hubiera eliminado su ejército hace 200 años, posiblemente hoy no quedaría ningún hospital que defender.

Por último, me gustaría señalar que la inversión militar es inversión en seguridad. Se requiere de un ejército bien dotado no para entrar en guerras, sino para evitarlas. El gasto militar aporta muchísimo a la sociedad en cuestiones de inversión, empleo, innovación, tecnología…Es un sector clave en cualquier potencia seria, España ha perdido muchas de sus empresas punteras a nivel tecnológico debido a la decadencia de nuestro ejército.

España debe prepararse para el mundo que viene, un mundo difícil. Necesitamos unas Fuerzas Armadas dignas de un país como el nuestro.

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