El museo madrileño acoge la primera gran exposición institucional de la joven artista canadiense, cuyas pinturas figurativas dialogan con los maestros del pasado desde una mirada contemporánea, femenina y perturbadora.
El museo madrileño acoge la primera gran exposición institucional de la joven artista canadiense, cuyas pinturas figurativas dialogan con los maestros del pasado desde una mirada contemporánea, femenina y perturbadora.