Australia advierte de la presión de la estiba, sobre los importadores australianos y sobre el impacto de la aprobación de la Ley Jones en EEUU
The post Australia se enfrenta a una crisis en el transporte marítimo first appeared on Hércules. Los importadores australianos se enfrentan a desafíos sin precedentes en el transporte marítimo de contenedores, y algunos pagan hasta once veces más por el transporte marítimo en comparación con años anteriores, según un nuevo informe de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC).
La crisis se debe a múltiples factores, como las interrupciones de la cadena de suministro mundial, las restricciones del Canal de Panamá y los ataques del Mar Rojo que obligan a los buques a evitar el Canal de Suez. La huelga en las terminales de DP World ha complicado aún más la situación.
«Ha sido un momento difícil para las empresas que dependen de la cadena de suministro de carga de contenedores, lo que a su vez afecta a los consumidores e impacta en la economía australiana a través de costos más altos y retrasos en los envíos», declaró la comisionada de la ACCC, Anna Brakey.
Aumento de los costos de la estiba
La investigación revela tendencias preocupantes en los costos de estiba. Entre 2016-17 y 2023-24, los ingresos por estiba por contenedor aumentaron un 22,6% (72,16 dólares), mientras que los costes sólo aumentaron un 8,9% (24,22 dólares). Esta disparidad sugiere importantes ineficiencias en el mercado, ya que los estibadores parecen aprovechar su posición para aumentar los precios más allá de los niveles competitivos.
Los parques de contenedores vacíos también han contribuido a la crisis, ya que las tarifas de notificación se dispararon de 5,50 dólares por contenedor en 2018 a 179,40 dólares en Sídney y 143,30 dólares en Brisbane a principios de 2024.
Las conclusiones de la ACCC apuntan a fallos sistémicos del mercado, en los que los importadores y exportadores se enfrentan a opciones limitadas para negociar o cambiar de servicio. «Es posible que se necesite una reforma para mejorar la eficiencia de la cadena de suministro de carga de contenedores», enfatizó Brakey, sugiriendo posibles intervenciones políticas o regulatorias para abordar estas fallas del mercado.
Para las empresas australianas, estos desafíos han resultado en pérdida de ventas, problemas de flujo de efectivo y posibles daños a la reputación. El monitoreo continuo de la ACCC de esta situación en los principales puertos, incluidos Adelaida, Brisbane, Fremantle, Melbourne y Sydney, sugiere que, sin intervención, estos problemas pueden persistir.
Impacto de la Ley Jones de EEUU
Otro de los factores que se prevén de riesgo para Australia es la posible entrada en vigor de la Ley Jones. Hablamos de una ley de carácter proteccionista que puede disparar los costos del comercio marítimo en Australia. Es importante entender que por las conexiones comerciales marítimas entre EEUU y Australia esta ley puede suponer un auténtico mazazo a las relaciones comerciales.
La Ley de la Marina Mercante de 1920, más conocida como la Ley Jones, exige que las mercancías transportadas entre puertos estadounidenses se transporten en barcos construidos, de propiedad y tripulados por estadounidenses. Los críticos argumentan que la ley sofoca la competencia y aumenta los costos, pero los partidarios la aclaman como una piedra angular de la seguridad nacional de Estados Unidos, la creación de empleos y la industria marítima nacional.
«Durante más de un siglo, la Ley Jones ha exigido que las mercancías transportadas entre puertos estadounidenses se transporten en barcos construidos, de propiedad estadounidense y tripulados por estadounidenses», afirma el artículo de American Thinker compartido por Trump. «Si bien eso puede sonar como un pequeño detalle regulatorio, su impacto es enorme, tocando todo, desde la creación de empleos en Estados Unidos hasta la seguridad nacional y nuestra creciente industria eólica marina».
Si bien la primera administración de Trump subrayó la importancia de la Ley Jones, también enfrentó críticas por emitir exenciones que, según algunas partes interesadas, socavaban las protecciones de la ley. En 2017, se emitió una exención limitada de la Ley Jones después de los huracanes Harvey e Irma, lo que permitió que los envíos de combustible, incluidos gasolina, diésel y combustible para aviones, llegaran a los puertos del sureste de los EE. UU. Semanas después, después de que el huracán María devastara Puerto Rico y en medio de crecientes críticas por la respuesta federal, la Administración emitió una exención de 10 días ocho días después de que la tormenta tocara tierra.
Mientras Trump se prepara para asumir el cargo por segunda vez, la industria marítima de Estados Unidos está observando de cerca cómo su administración navegará la política de la Ley Jones. Por ahora, el tuit de Trump parece enviar un mensaje claro: la Ley Jones llegó para quedarse.
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