Cuesta toda una vida, o al menos media, reparar en que todo ese tiempo que pasamos ante el espejo podríamos habérselo dedicado a aprender chino con idéntico éxito social y una muesca más en LinkedIn.
Cuesta toda una vida, o al menos media, reparar en que todo ese tiempo que pasamos ante el espejo podríamos habérselo dedicado a aprender chino con idéntico éxito social y una muesca más en LinkedIn.