El verano se acaba y, con él, quizá también se vaya la infancia primera de mi hijo. Pronto cumplirá 8 años y es posible que a partir de entonces ya no le apetezca columpiarse más.
El verano se acaba y, con él, quizá también se vaya la infancia primera de mi hijo. Pronto cumplirá 8 años y es posible que a partir de entonces ya no le apetezca columpiarse más.