Las nóminas de los trabajadores se han convertido en el pilar de la recaudación de Hacienda representando el 40% de los ingresos tributarios
The post El IRPF no perdona y las nóminas sostienen a Hacienda: un 40% de los ingresos totales first appeared on Hércules. Los trabajadores en España ya no solo luchan contra la inflación y el coste de la vida, sino también contra un IRPF que aprieta cada vez más. Las rentas del trabajo han alcanzado un protagonismo indiscutible en la recaudación estatal, representando el 40% de los ingresos de Hacienda. En 2024, se espera que esta cifra alcance los 115.000 millones de euros, impulsada por el aumento de ocupados, la falta de ajuste por inflación y una subida implacable de las retenciones.
Entre disputas y nóminas exprimidas
Mientras las nóminas soportan gran parte del peso fiscal, el Gobierno no logra ponerse de acuerdo en sus estrategias. La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales fue impulsada por Yolanda Díaz, pero chocó con las reservas del Ministerio de Economía. La última controversia ha surgido con la propuesta de retener IRPF a los perceptores del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una medida que ha generado tensiones internas. Hacienda argumenta que si las pensiones mínimas tributan, también deberían hacerlo quienes perciben el SMI, mientras Trabajo defiende mantenerlos al margen.
El peso invisible de la inflación
El aumento de los ingresos por IRPF no es fruto únicamente del incremento de ocupados o salarios más altos, sino también de una inflación que ha empujado a muchos contribuyentes a tramos impositivos superiores sin que sus ingresos reales hayan mejorado. Desde 2017, la recaudación por retenciones laborales ha crecido un 67%, pasando de 68.886 millones a los actuales 115.000 millones.
Las grandes empresas lideran la recaudación, con 47.241 millones de euros en 2023, seguidas por las administraciones públicas (32.385 millones) y las pymes (25.031 millones). A esto se suman las pensiones, cuya retención ha crecido de manera constante, afectando especialmente a las pensiones más elevadas, que en 2024 han alcanzado un 22,7% de IRPF.
Una carga que no cede
Mientras tanto, el Gobierno sigue buscando formas de equilibrar las cuentas públicas sin desinflar la presión sobre las nóminas. La ausencia de una deflactación del IRPF que compense la inflación ha sido una constante en los últimos años, lo que erosiona la capacidad adquisitiva de trabajadores y jubilados. Los ingresos fiscales aumentan, pero la sensación entre los ciudadanos es que sus nóminas están cada vez más exprimiéndose para mantener a flote el sistema tributario.
En un escenario donde el empleo crece pero el bolsillo se encoge, la pregunta que muchos se hacen es: ¿hasta cuándo seguirán las nóminas siendo el salvavidas principal de Hacienda?
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