El siniestro incendio del Windsor, 20 años de incógnitas, sombras e intereses ocultos

El siniestro incendio del Windsor, 20 años de incógnitas, sombras e intereses ocultos

Se cumplen 20 años del incendio del Windsor. Un suceso lleno de incógnitas que aun siguen latiendo con más fuerza que nunca
The post El siniestro incendio del Windsor, 20 años de incógnitas, sombras e intereses ocultos first appeared on Hércules.  Tal día como hoy, hace 20 años, un suceso conmocionó a la ciudad de Madrid: uno de sus icónicos gigantes de hierro, que presidía el complejo financiero de AZCA, quedó reducido a cenizas. El incendio del edificio Windsor fue tan intenso que los bomberos apenas pudieron hacer nada para salvarlo. Las llamas arrasaron todo a su paso y, durante meses, la panorámica de Nuevos Ministerios quedó marcada por los esqueletos calcinados de uno de los rascacielos más emblemáticos de la capital.

Aquel 12 de febrero de 2005, el paisaje de Madrid cambió para siempre, pero este incendio no solo supuso una transformación urbana. Con el paso de los años, han surgido teorías de la conspiración, intereses ocultos y la sombra de los lobbies más influyentes del país. Al fin y al cabo, la destrucción del Windsor pudo beneficiar a más de uno.

En este artículo, exploraremos los fantasmas, los detalles oscuros y las teorías que rodean este enigmático suceso, ofreciendo al lector un contraste entre las distintas versiones para que pueda obtener una visión más amplia de lo ocurrido.

La historia de un coloso de Madrid

El distrito de AZCA es el centro financiero y de negocios de Madrid. la torre BBVA, la Torre Europa, Torre Picasso y el edificio Windsor conformaban el complejo de rascacielos de la ciudad financiera de Madrid. En este caso el Windsor era el segundo edificio más grande del complejo financiero de AZCA.

Edificio Windsor

El edificio Windsor, con 106 metros de altura y 32 plantas, fue diseñado por un equipo de prestigiosos arquitectos: Genaro Alas Rodríguez, Pedro Casariego Hernández Vaquero, Luis Alemany Indarte, Rafael Alemany Indarte, Ignacio Ferrero Ruiz de la Prada y Manuel del Río Martínez. Su proyecto se originó en 1974, iniciándose su construcción en 1975 y finalizando en 1979.

Su diseño destacaba por su geometría imponente, un estilo hermético y recio, además de una fachada singular compuesta por elementos modulares altamente reflectantes. Una de sus características más llamativas era su capacidad para reflejar el cielo de Madrid, creando un contraste con sus tonos cobrizos.

El Windsor pertenecía a la sociedad Asón Inmobiliaria de Arriendos, controlada por El Corte Inglés. Sin embargo, dicha sociedad estaba en manos de la familia Reyzábal, cuyo presidente, Florentino Reyzábal Larrouy, fue el verdadero gestor y propietario del edificio hasta 2005.

Julián Reyzábal, primer promotor y propietario del Edificio Windsor/ABC

En la Torre Windsor estaba situada la central en España de Deloitte donde trabajaban sus más de 1200 empleados y tres departamentos del despacho de abogados Garrigues. La familia Reyzábal era dueña del inmueblellevaba acumulando durante décadas tanta fortuna como infortunios cuando las llamas arrasaron el legado de, Julián Reyzábal, quien fuera el artífice de que el Windsor se construyese.

12 de febrero de 2005, el fatídico día del incendio

El 12 de febrero de 2005 todo cambió para Madrid y para el paisaje urbano de AZCA, el coloso Windsor ardió. Hemos de ir a las últimas horas del día, recordemos que el edificio Windsor contaba con dos importantes moradores. De un lado la prestigiosa auditora que forma parte del selecto club conocido como las Big Four, hablamos de la firma Deloitte. Por otro lado, el también prestigioso despacho de abogados Garrigues.

Como es habitual en este tipo de corporaciones los horarios y días de trabajo no siguen una lógica clara y normal de funcionamiento. No hay descansos, no hay horas y en estos edificios los fines de semana es normal que haya personal trabajando en los edificios. Y es importante reseñar esto ya que el edificio ardió en pleno fin de semana y a horas intempestivas.

Concretamente y según marca la investigación oficial que se judicializó, fue a las 23:19 del sábado 12 de febrero de 2005 cuando se dio una primera comunicación de incendio. El foco del fuego emanó de la oficina 2109 que se situaba en la planta 21 del rascacielos que rápidamente se propagó a las plantas superiores

Lo cierto es que los bomberos estuvieron trabajando a destajo para apagar el fuego. No obstante, no fue hasta 01:00 de la madrugada, viendo que el fuego no se podía extinguir y que la posibilidad del derrumbe los equipos de emergencia abandonaron el edificio . Los bomberos por lo tanto procedieron a atacar el fuego desde el exterior máxime cuando ya se había desalojado a los trabajadores y al personal de emergencias.

Los bomberos necesitaron unos seis millones de litros de agua y 80 horas de trabajo para extinguir el fuego. El edificio llegó a soportar la potencia calorífica de temperaturas de más de 1000 grados. Tal es así que en el momento de mayor fuerza del fuego, sobre las 00: 15 de la madrugada trabajaron unos 205 bomberos y 40 vehículos. La potencia de las llamaradas calcinó unos 30 000 metros de oficinas y despachos en un edificio donde diariamente se congregaban entorno a las 2.000 personas.

Cronología del incendio/RTVE

​Pese a la calcinación y elevada temperatura del fuego la estructura interna de hormigón armado del edificio se mantuvo intacta y el edificio aguantó sin derrumbarse. Llegando a la capital bomberos de todos los puntos de la Comunidad de Madrid y de provincias limítrofes. Cabe destacar que el aviso a los bomberos se dio entorno a las 23 horas, tardando éstos en llegar al siniestro menos de 5 minutos, pero los vecinos detectaron un fuerte olor a quemado al menos 2 horas antes. Aunque el incendio no produjo víctimas, algunos bomberos tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo.

Fue el incendio lo que acabó con los 106 metros de alto y las 32 plantas del Windsor, el siniestro se atribuyó en principio a un cortocircuito y fallo del sistema eléctrico. Tal es así que el Juzgado de Instrucción 28 de Madrid no apreció responsabilidad penal y se dictó un auto de sobreseimiento provisional el 31 de enero del 2006.

En el desarrollo de la investigación solo se pudo determinar que el foco del incendio se dio en un despacho de la planta 21 que pertenecía a una empleada de la consultora Deloitte, la cuál fumaba y estuvo en el inmueble hasta poco antes de sonar la alarma. Sin embargo, ella afirmó haber apagado todos los cigarros y fue exonerada de culpa.

Por su parte de la responsabilidad civil del pleito se archivó en en el año 2011. Se trataba de un pleito que tenía en juego 200 millones de euros, con un acuerdo extrajudicial entre Deloitte, Prosegur y El Corte Inglés. Esta última compró el solar y, desde el año 2011, la Torre Titania, de 22 plantas y 104 metros acristalados de metal y vidrio verdoso, sustituye al emblemático edificio.

Restos del Edificio Windsor tras el incendio

Las incógnitas del Windsor

Este estremecedor suceso siempre ha estado envuelto en un halo de misterio, son muchos los indicios que apuntan a que el incendio fue provocado. Ya que son varios los extremos que no se cerraron en la investigación judicial y posteriores hallazgos que hacen entre ver que la mano humana y los intereses de determinados lobbies forzaron la extinción del coloso de AZCA. Es lógico que cuadrando las piezas del puzle podemos ver que el incendio pudo beneficiar a varios grupos.

En el desarrollo de la investigación la empleada que se encontraba en la planta 21 afirma que fumó varios cigarros y que antes de abandonar el edificio, sobre las 23:00 h, se fumó un último cigarro. Afirmó además que a lo largo de la tarde también pudo ver a un desconocido en un pasillo de la planta 21 cerca de la fotocopiadora. Con respecto al origen, la policía judicial además descartó que las colillas fueran la causa del fuego.

Plano del Windsor incendiándose/El Independiente

Otro de los aspectos más relevantes de la investigación es el hecho de se encontró en el garaje un butrón que conectaba con el edificio y las oficinas. El butrón aun no siendo de gran tamaño tenía el tamaño suficiente como para que pudiera entrar una persona. Además, junto a ello destaca que la puerta que conectaba el garaje del Windsor con los túneles del bajo de AZCA tenía su candado forzado.

Sin embargo, uno de los indicios que más ha llamó la atención fue la de «los fantasmas del Windsor». Una semana después del incendio corrieron como la pólvora varias imágenes filmadas por una videoaficionada que vivía cerca del edificio. En dichas imágenes se puede observar las siluetas de una o unas figuras humanas que se encontraban en el interior del edificio, más concretamente en la planta 13.

Las figuras humanas filmadas por la videoaficionada se llevaron a acabo a eso de las 3 de la mañana, momento en el que en teoría ya no había nadie en el edificio. Además el propio magistrado instructor afirmo la posibilidad de la existencia de personas en el edificio a esas horas. Por lo que a efectos judiciales la posibilidad de que las grabaciones fueran falsas o un reflejo decaen.

«Las sombras que aparecen no son producidas por un reflejo proveniente del exterior», según el magistrado, que añade que, «aunque se pudiera admitir la posibilidad de la presencia de personas en el interior del edificio» en ese momento, «no existe evidencia alguna de que ello pudiera haber tenido alguna incidencia» en la causa o propagación. Ante la posibilidad de que hubiera gente en el edificio la pregunta es «¿Que hacía gente ahí en medio del incendio?»

Por lo que si se pudiera hablar de una hipótesis de porque el Windsor se quemó es por algún motivo relativo a lo que contenía el propio edificio. Aquí es cuando entran otros intereses espurios, el aparato de uno de los lobbies y grupos de presión más importantes de este país, hablamos del BBVA y de quien era su presidente, Francisco González.

FG Valores, la mano del Comisario Villarejo y los documentos comprometedores de Deloitte

Parece un ser omnipresente en todos los episodios de la historia moderna española, pero sí, el comisario José Manuel Villarejo también entra en escena y su nombre está relacionado con la quema del edificio Windsor. Aunque para poder entender esta historia primero hemos de trasladarnos a la España aznarista. Concretamente a un contexto económico en el que se estaba llevando a cabo la paulatina privatización de distintas empresas públicas. Entre ellas estaba la Banca Argentaria, una de las que conforman el actual BBVA.

Concretamente hemos de trasladarnos a 1996, cuando Aznar llega Gobierno anunció en su investidura la comisión de un Plan Estratégico de Privatizaciones. La misión era clara, acabar con todos los monopolios del estado. Fue cuando se culminó la privatización de Repsol, Telefónica y de la Banca Argentaria, es aquí cuando aparece en escena Francisco González.

Francisco González y Aznar/TeideHablablogspot

Francisco González Rodríguez es un notable banquero y empresario español. Fue presidente de BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria) entre 2000 y 20181. Bajo su liderazgo, BBVA se ha expandido significativamente en Latinoamérica y ha experimentado una importante transformación digital.

Sin embargo, González ha enfrentado desafíos legales. En 2019 y 2021 fue imputado por presunto espionaje corporativo y administración desleal relacionado con el caso Villarejo. A pesar de estos problemas, su mandato en BBVA dejó un impacto duradero en la dirección y la estrategia del banco.

Comisario Villarejo/El Mundo

Francisco González decidió vender su compañía bursátil «FG Valores» antes de presidir Argentaria con el fin de evitar conflictos de intereses. La venta de FG Valores se complicaba debido a las diversas irregularidades internas que presentaba la sociedad, para Francisco González mantener su nombre limpio como nuevo presidente de Argentaria era una misión capital.

La sociedad FG Valores se vende al fondo de inversión norteamericano Merril Lynch en 1996 cuando toma posesión de la presidencia de Argentaria. Posteriormente asumiendo en el año 2001 la presidencia única de BBVA. La cosa quedó ahí hasta que el presidente del gigante americano de inversión envió una carta a Francisco González manifestando que aprecia un deficit de 800 millones de pesetas en el balance de FG Valores.

Ante estas informaciones la Fiscalía Anticorrupción decide personarse e iniciar una investigación sobre esta venta, siendo una de las pruebas básicas los documentos que la auditora Deloitte tenía respecto del balance contable real de FG Valores. El mismo día 11 de febrero de 2005 Fiscalía Anticorrupción solicitó dichos documentos, pero el día 12 de febrero de 2005 es cuando se dió el incendio y los documentos fueron pasto de las llamas. Deloitte informó que no existían copias de los documentos, ni físicos ni digitales, y que no estaban obligados por ley a conservarlos más allá de cinco años.

Al no existir la documentación no había prueba de cargo suficiente y Francisco González quedó libre de culpa. Todo siguió su curso hasta que en el año 2019 el portal de noticias. El artículo de Moncloa.com sugiere que el incendio del edificio Windsor podría haber estado relacionado con José Manuel Villarejo, un comisionado de policía español retirado. Según el artículo, Villarejo habría sido contratado por Francisco González, entonces presidente de BBVA, para destruir documentos de auditoría en poder de Deloitte en el Edificio Windsor.

En el documento presentado por el medio moncloa.com relataba un reporte extenso de los trabajos realizados por Villarejo por el conocido como «Proyecto FG». El documento elabora una recopilación bajo el título de «sinopsis» . En ellos hizo una relación de actuaciones realizadas para el BBVA, en las que se incluyeron los contactos, infiltraciones, penetraciones, acercamientos, vigilancias, análisis y viajes, control de comunicaciones (unas 16.000 llamadas), acciones de boicot, control de riesgos críticos e informes.

Estos folios contienen todo lo realizado por un dispositivo que, según otros papeles de Villarejo, tenía unos recursos impresionantes, entre los que destacaron ocho equipos de personal especializado, doce coches, cinco motos y material electrónico para grabaciones y vigilancia y control.

Lo que no se sabía entonces y parece relacionar a FG con el incendio, según Moncloa.com, es que Villarejo fue contratado como espía por el BBVA. Según un documento desvelado por el citado diario, en uno de los papeles del excomisario figuraba una nota que decía: “Firma de Auditoría DEL”.

Moncloa.com ha publicado documentos en los que Villarejo, además de dicha nota, asegura que el trabajo se ha completado,  al tiempo que habla de una “acción final” y dice que no puede desvelar en el informe ciertas acciones por seguridad. Por lo que todo apunta a que esa «acción final» fueron las llamas que borraron el rastro de los registros contables de FG Valores.

Villarejo negó la mayor en The Wild Project y de hecho afirmó que el fue contratado por los Reyzábal para investigar el origen del incendio. Pero también es sabido que otros de los beneficiados de este incidente fueron los Reyzábal ya que cobraron una cuantiosa cantidad del dinero por parte del seguro para hacer frente a sus escollos económicos y vender el solar. A su vez el gobierno también pudo recuperar otros documentos secretos que se hallaban en una caja fuerte y que el calor no consiguió fundir.

Independientemente de lo que se pueda o no considerar son muchas las casualidades y las incógnitas que se dan con este incidente. Un incidente que 20 años después sigue marcado por el misterio y que permanece en la retina de los españoles.

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