El uso excesivo de redes sociales, en especial la necesidad constante de buscar validación a través de «likes», puede ser un indicador de adicción al móvil
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Imagen: jóvenes con móviles
El uso del teléfono móvil se ha convertido en un hábito ineludible para la mayoría de la población en España. Según la VI Edición del Estudio sobre Adicción al Móvil, elaborado por Rastreator, un 60% de los ciudadanos de entre 18 y 65 años (más de 17 millones de personas) admiten que lo primero y lo último que hacen cada día es consultar su dispositivo.
El informe revela que el tiempo diario frente a la pantalla ha aumentado significativamente en los últimos años, situándose en una media de 4 horas y 10 minutos, una hora más que en 2022. Además, un 22% reconoce pasar más de cinco horas diarias conectado, mientras que un 10,8% asegura que no podría estar ni una hora sin mirar su móvil.
A pesar de que el uso del smartphone sigue en aumento, la percepción de adicción ha disminuido. Actualmente, unos 7,1 millones de personas (cerca del 25% de la población adulta) se consideran adictas al móvil, una cifra que representa un descenso del 4% con respecto al año anterior. Esta tendencia sugiere una mayor normalización del consumo intensivo de dispositivos.
Sin embargo, la dependencia digital continúa siendo motivo de preocupación. Tres de cada diez encuestados afirman que desearían reducir su uso, aunque no saben cómo hacerlo, mientras que un 50% expresa inquietud por el tiempo que sus familiares y amigos dedican a la pantalla. El estudio pone de manifiesto cómo el móvil ha pasado de ser una herramienta a convertirse en un elemento omnipresente en la vida cotidiana de los españoles.
Conexiones móviles, smartphone y tiempo de uso
El número de conexiones móviles en el mundo ha superado los 8.650 millones, lo que implica que, en promedio, cada habitante del planeta posee más de un dispositivo. Según el informe Digital 2024, esta cifra representa un incremento del 1,9% respecto a 2023, es decir, 160 millones de nuevas conexiones. En cuanto a los usuarios únicos, se estima que 5.620 millones de personas utilizan un dispositivo móvil, lo que equivale al 69,4% de la población mundial. Esta cifra ha crecido un 2,5% en el último año, lo que significa que 138 millones de nuevos usuarios se han sumado a esta tendencia.
Los teléfonos inteligentes lideran el mercado, representando el 82% del total de conexiones, con 6.970 millones de dispositivos en uso, frente al 15% de móviles básicos y un 3% de otros dispositivos como tabletas. En cuanto a los sistemas operativos, Android domina con una cuota de mercado del 70,48%, mientras que iOS se sitúa en un 28,8%. El tiempo de uso también sigue en aumento: los usuarios pasan una media de 5 horas y un minuto al día en sus dispositivos, 16 minutos más que el año anterior. De este tiempo, un 34,7% se dedica a redes sociales y mensajería, seguido por un 31,4% en aplicaciones de entretenimiento, dejando en segundo plano otros usos como herramientas de productividad (14,4%) y videojuegos (11,1%).
Efectos de la adicción al móvil en todas las generaciones
Impacto en la salud física: el uso excesivo del móvil afecta a personas de todas las edades, provocando problemas como fatiga ocular, sequedad en los ojos, dolores de cabeza y alteraciones en la postura debido a la inclinación prolongada del cuello. Además, la exposición prolongada a la luz azul de las pantallas reduce la producción de melatonina, lo que puede causar insomnio y afectar la calidad del sueño, con consecuencias en el rendimiento diario y el bienestar general.
Problemas emocionales y psicológicos: el consumo constante de contenido digital y redes sociales puede generar ansiedad, estrés y, en casos extremos, síntomas de depresión. La comparación con otras personas en entornos virtuales puede afectar la autoestima y fomentar sentimientos de insatisfacción. Además, la dependencia de la validación externa a través de “likes” y comentarios puede desarrollar una relación poco saludable con la tecnología, afectando la estabilidad emocional de niños, adolescentes y adultos.
Dificultades en la socialización y comunicación: el abuso del móvil reduce el tiempo de interacción cara a cara y afecta la calidad de las relaciones personales. Tanto en niños como en adultos, el uso excesivo de dispositivos móviles puede generar aislamiento social, dificultades para desarrollar habilidades comunicativas y pérdida de conexión emocional con familiares y amigos. En entornos familiares y laborales, la falta de contacto presencial puede generar distanciamiento y conflictos.
Bajo rendimiento académico y laboral: la dependencia del móvil impacta negativamente en la concentración y la productividad. En niños y adolescentes, el uso ininterrumpido del teléfono interfiere en su capacidad de atención y aprendizaje, afectando su desempeño escolar. En adultos, la distracción constante con notificaciones y redes sociales puede disminuir la eficiencia en el trabajo, afectando la toma de decisiones y la gestión del tiempo.
Riesgo de adicción y dependencia digital: el acceso ininterrumpido a información y entretenimiento puede generar una dependencia psicológica en todas las edades. La necesidad de estar constantemente conectado puede derivar en un uso compulsivo del móvil, afectando la rutina diaria y las responsabilidades personales. Esta dependencia también puede provocar síntomas de abstinencia cuando el dispositivo no está disponible, generando irritabilidad, ansiedad y malestar.
¿Qué es la nomofobia?
La dependencia excesiva del teléfono móvil ha dado lugar a una nueva fobia: la nomofobia, término que define el miedo irracional a permanecer sin acceso a un dispositivo. Este concepto, derivado de la expresión inglesa no-mobile-phone phobia, fue acuñado tras un estudio realizado en el Reino Unido por la empresa de correos Royal Mail y el instituto YouGov, con el objetivo de medir los niveles de ansiedad de los usuarios cuando se ven privados de su móvil.
El estudio, llevado a cabo en 2011 con una muestra de 2.163 personas, reveló que el 53% de los usuarios de teléfonos móviles en Reino Unido experimenta ansiedad al perder su dispositivo, quedarse sin batería, agotar el saldo o carecer de cobertura. Además, cerca del 60% de los hombres y el 20% de las mujeres afirmaron sufrir esta fobia, mientras que un 9% adicional se mostró estresado cuando su teléfono estaba apagado. Los niveles de angustia detectados en estos casos fueron comparables a la ansiedad previa a una boda o a una visita al dentista.
Las causas principales de la nomofobia están relacionadas con la necesidad de estar siempre disponibles. Un 55% de los encuestados expresó que la mayor preocupación era sentirse aislado de familiares y amigos, mientras que solo un 10% atribuyó su ansiedad a exigencias laborales. Esta tendencia refleja cómo el teléfono móvil ha pasado de ser una simple herramienta de comunicación a convertirse en un elemento esencial en la vida cotidiana.
Estudios más recientes refuerzan esta percepción. Según datos de IAB México y Millward Brown, un 46% de las personas considera su teléfono móvil un objeto indispensable, hasta el punto de regresar a casa si lo olvidan. La creciente dependencia de los dispositivos móviles plantea interrogantes sobre sus efectos en la salud mental y subraya la necesidad de reflexionar sobre el impacto de la hiperconectividad en la sociedad actual.
Cómo reconocer una adicción al móvil
Expertos en salud mental y bienestar digital alertan sobre las señales que indican que se tiene un uso excesivo o problemático del teléfono móvil.
Comportamiento compulsivo y necesidad constante de revisar el móvil
Expertos como el Dr. David Greenfield, psicólogo y fundador del Center for Internet and Technology Addiction, afirman que una señal clara de adicción es el comportamiento compulsivo, es decir, la necesidad de revisar constantemente el móvil, incluso cuando no hay ninguna notificación o mensaje importante. “Si sientes la urgencia de revisar el teléfono repetidamente, especialmente en momentos inapropiados, como en reuniones o durante las horas de sueño, podrías estar desarrollando una adicción“.
Uso excesivo que interfiere en las responsabilidades diarias
Según José Antonio Luengo, psicólogo experto en adicciones tecnológicas, una de las principales características de la adicción al móvil es que comienza a afectar las actividades cotidianas. “Si el uso del móvil interfiere con tu trabajo, estudios, tareas del hogar o incluso con tus relaciones personales, es una clara señal de que estás perdiendo el control sobre el tiempo que dedicas a tu dispositivo“, explica Luengo. Este fenómeno es común entre adolescentes, pero también afecta a adultos que no pueden dejar de estar conectados.
Ansiedad o irritabilidad al estar sin el teléfono
María José López, psiquiatra especializada en adicciones tecnológicas, señala que la ansiedad o irritabilidad al estar lejos del móvil es otro indicio de dependencia. “Muchas personas que tienen adicción al móvil experimentan una sensación de malestar, estrés o incluso pánico cuando no tienen acceso a su dispositivo. Esta sensación de incomodidad es similar a la que experimentan las personas con adicción a las sustancias“, agrega López.
Dificultad para desconectar antes de dormir
Los expertos también alertan sobre el impacto del uso del móvil en la calidad del sueño. El Dr. Xavier Guix, psiquiatra y experto en trastornos del sueño, explica que muchas personas revisan el móvil antes de acostarse, lo que interrumpe la capacidad de relajarse y dormir bien. “El uso del teléfono móvil antes de dormir puede afectar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Si sientes que el móvil te impide desconectar o te mantiene despierto por horas, es una clara señal de dependencia“.
Uso de aplicaciones y redes sociales en exceso
Rafael Santandreu, psicólogo y escritor especializado en salud mental, indica que el uso excesivo de redes sociales, en especial la necesidad constante de buscar validación a través de “likes” o comentarios, puede ser un indicador de adicción al móvil. “La búsqueda constante de gratificación inmediata a través de las redes sociales crea una dependencia psicológica. Si encuentras que el móvil es la principal fuente de tu autoestima o si no puedes dejar de revisar tus redes, estás entrando en una peligrosa espiral de adicción“.
Desconocimiento del tiempo que se pasa frente a la pantalla
Una señal crítica de la adicción al móvil es la falta de conciencia sobre el tiempo que se pasa frente a la pantalla. Cristina Mitre, experta en bienestar digital, enfatiza la importancia de tomar conciencia del tiempo en línea. “Cuando pierdes la noción del tiempo que pasas en tu teléfono, es un claro indicio de que estás desarrollando una relación poco saludable con la tecnología“. La adicción al móvil puede llevarte a pasar horas sin darte cuenta, lo que afecta tu productividad y bienestar emocional.
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