Europa ante Trump: crisis, Ucrania y presión comercial

Europa se enfrenta a crisis geopolíticas, el veto húngaro a Ucrania y las presiones comerciales de Trump. El Consejo Europeo busca mantener el equilibrio
The post Europa ante Trump: crisis, Ucrania y presión comercial first appeared on Hércules.  

Europa se mueve de crisis en crisis, intentando mantener una línea coherente, especialmente tres años después del inicio de la invasión rusa a Ucrania. El presidente Volodímir Zelenski participará por videoconferencia desde Estrasburgo, reforzando el compromiso simbólico de Europa con Kiev.

En lo financiero, los 27 miembros de la UE han cumplido sus promesas de apoyo. Sin embargo, el proceso de adhesión de Ucrania a la Unión Europea se encuentra paralizado. ¿El principal obstáculo? El persistente veto húngaro, mantenido por Viktor Orbán, que se opone al inicio del primer grupo de negociaciones, a pesar del consenso del resto de los Estados miembros.

Hungría bloquea el camino a Kiev

En Budapest, Zelenski ha sido blanco de una campaña de desprestigio orquestada por el gobierno húngaro. En el contexto de una intensa lucha electoral interna entre Fidesz y el opositor Pedro Magiar, Orbán ha utilizado la oposición a la integración ucraniana como bandera política, y promete mantener su negativa al menos hasta abril de 2026.

Para reforzar su postura, el gobierno húngaro organizó un referéndum, cuyo resultado –oposición a la adhesión ucraniana– es la base sobre la que Orbán llega a Bruselas. “Mi voz se ha fortalecido”, dijo al llegar a la cumbre.

Por si fuera poco, el 18º paquete de sanciones contra Rusia, aún en negociación, enfrenta resistencia tanto de Hungría como de Eslovaquia, cuyo primer ministro, Robert Fico, exige garantías en materia de suministro energético. Mientras, los Estados europeos debaten cómo ajustar el tope al precio del petróleo ruso: algunos quieren coordinarse con el G7, otros defienden una acción puramente europea.

Gaza divide aún más a Europa

El nuevo paquete de sanciones “golpea más fuerte”, afirman desde París. No solo busca presionar los ingresos rusos, sino también forzar un alto el fuego en Ucrania. Sin embargo, la fractura entre los Estados miembros se extiende más allá de Moscú: la situación en Gaza también divide.

Países Bajos, junto con España, Bélgica e Irlanda, quieren revisar el acuerdo de asociación con Israel, en respuesta a las acciones militares en la Franja. En cambio, Alemania e Italia temen que cualquier medida endurezca el diálogo y complique futuras negociaciones. Bruselas intenta navegar entre posiciones encontradas: “No se trata de sancionar a Israel, sino de abrir corredores humanitarios sin restricciones”, señalan desde el gabinete de la Alta Representante, Kaja Kallas.

Trump endurece el tono comercial

El regreso de Donald Trump al primer plano político reaviva las preocupaciones en el ámbito del comercio internacional. La fecha límite del 9 de julio para cerrar un nuevo acuerdo entre la UE y EE. UU. presiona a las capitales europeas.

Desde Bruselas, la Comisión Europea prepara un paquete de “reequilibrio” que contempla represalias por valor de 95.000 millones de euros, si Washington mantiene sus aranceles del 10% sobre productos europeos. La lista ha sido filtrada y depurada para centrarse en sectores clave, aunque los Estados miembros discrepan: unos piden reducirla para proteger sus industrias, otros quieren mantenerla larga para disuadir a EE. UU.

La propuesta europea incluye la reducción de 80.000 millones de dólares en aranceles y el alivio de barreras no arancelarias para 20.000 millones más. Pero, como se ha visto, Trump no tiende la mano: insiste en mantener la tasa del 10% para todos los productos importados.

Defensa europea, rápido avance con costos

Esta aceleración también responde a la necesidad de apaciguar a Trump, que insiste en que los europeos aumenten su contribución a la alianza atlántica. Lo irónico es que su guerra comercial vulnera el artículo 2 del Tratado del Atlántico Norte, que promueve la cooperación económica entre sus miembros.

El clima y el método Macron

Otro de los focos de tensión será la revisión de los objetivos climáticos para 2040. Francia, que lideró los esfuerzos para el Pacto Verde, pide ahora cambiar el enfoque: primero evaluar las condiciones económicas y tecnológicas, y solo después fijar metas de reducción de emisiones.

El objetivo es evitar errores pasados, como el ambicioso -55% de reducción para 2030 que derivó en miles de páginas de reglamentos. Junto a Alemania, el presidente Macron ha presentado enmiendas conjuntas para vincular competitividad y sostenibilidad.

Polonia, sin embargo, interpreta esta iniciativa como una puerta abierta para debilitar las metas climáticas. Desde París insisten: se trata de garantizar la viabilidad económica, no de rebajar la ambición.

The post Europa ante Trump: crisis, Ucrania y presión comercial first appeared on Hércules.