Insatisfacción crónica

No suelo reparar en todo lo bello que me rodea, solo voy de aquí para allá
The post Insatisfacción crónica first appeared on Hércules.  Vamos constantemente de aquí para allá, con prisa o con calma, cogemos las mismas calles y torcemos la misma esquina un día tras otro, hacemos siempre lo mismo, pero nunca reparamos en nada, pasamos todo por alto. Andamos, rara vez con la vista levantada, vamos con los ojos fijos en el teléfono y la mente puesta en un lugar lejano. El otro día iba caminando por mi ciudad, Zaragoza, me dio por alzar la vista, realmente es una ciudad magnífica. Me pregunto cuántas veces habré pasado por sus calles y cuántas veces habré ignorado una fachada bonita, un ventanal magnífico, un mural cautivador o una escultura emblemática, todo ello aparente a la vista y a la vez oculto para unos ojos que no quieren ver. Lo reconozco, no conozco lo suficiente mi ciudad, no conozco ni todos sus rincones ni todas las experiencias que tiene por ofrecer, aún no he descubierto el bar con la mejor tortilla de patata ni el restaurante con la mejor comida tradicional. No conozco las suficientes terrazas a pie de calle como para decir cual tiene mejores vistas, no he estado en todos sus museos ni admiro la Basílica del Pilar con la suficiente frecuencia.

Pero ¿qué más dará todo eso? No conozco lo suficiente mi ciudad, pero hace poco encontré por Internet un vuelo barato para irme lejos. El vuelo sale de madrugada, es cierto que casi paso más tiempo viajando que en la ciudad que voy a ir a visitar, como cuando iba de excursión con el colegio, siempre pasábamos más tiempo en el autobús que fuera de él, era agotador. Ni siquiera puedo llevar una maleta, todo ha de caber en una mochila, mi presupuesto es ajustado y hay que recortar de alguna parte. Pero qué más darán las incomodidades del viaje, lo que vea allí siempre será más bonito que lo que vea aquí, nada tiene especial valor si no se hace fuera de casa, lo desconocido es mejor. Además, si viajo podré hacer fotos y subirlas a redes sociales, los demás podrán ver que he estado allí, porque si nadie sabe que he estado allí qué sentido tiene ir.

Aquí voy con la cabeza gacha, con la única preocupación de no chocar con nadie cuando camino por la calle, como he dicho al principio, no suelo reparar en todo lo bello que me rodea, solo voy de aquí para allá. En cuanto vuelvo de un viaje ya estoy pensando en el siguiente, porque si no viajo me envuelve la monotonía, no soy capaz de exprimir el día si no es estando lejos de casa, detesto la rutina, aborrezco el trabajo y no tengo ilusión ni vocación por nada, tampoco busco tenerla. Si estoy quieta me aburro hasta de mí misma, de vez en cuando me proponen planes, pero seguro que serían más divertidos si fueran lejos de aquí. Así que solo me queda viajar, huir de una ciudad que no conozco, pero que me aburre en exceso.

Lo poco que tengo me lo gasto, hasta unos céntimos me pesan en el bolsillo, ¿para qué guardarlos? Ahorrar no está bien visto y desde arriba solo ponen trabas, lo sensato es gastar. Ahora comprar una casa es impensable, pagar solo el alquiler también, pero las cosas no deben ir tan mal, no cuando luego voy a un restaurante y está hasta los topes. Hay que aceptar que los tiempos cambian, si se tiene poco dinero es mejor gastarlo, ¿y qué mejor forma de hacerlo que viajando? A mí es lo único que me entretiene, no intenten convencerme de lo contrario ni me pidan que conozca mi ciudad, no perderé el tiempo en ello, de hacerlo seguro que me decepcionaría. Es curioso porque hay quien viene desde lejos para ver lo que yo tengo al alcance de mi mano, ¿conocerán ellos sus propias ciudades o les pasará como a mí?

The post Insatisfacción crónica first appeared on Hércules.