Tras la muerte de su padre el pasado viernes Rafael de Orleans-Braganza, de 38 años, se ha convertido en el nuevo príncipe imperial de Brasil como heredero de su tío, el actual pretendiente al desaparecido trono brasileño.
Tras la muerte de su padre el pasado viernes Rafael de Orleans-Braganza, de 38 años, se ha convertido en el nuevo príncipe imperial de Brasil como heredero de su tío, el actual pretendiente al desaparecido trono brasileño.