La eterna burocracia dificulta solucionar la crisis de vivienda

Los altos costes, falta de suelo, escasez de mano de obra y excesiva burocracia son algunos de los factores que afectan al sector de la construcción
The post La eterna burocracia dificulta solucionar la crisis de vivienda first appeared on Hércules.  El sector de la construcción atraviesa una situación compleja que ralentiza la entrega de nuevas viviendas. Las promotoras tardan ahora el doble en construir una vivienda que hace dos décadas, pasando de un promedio de 15 a 18 meses a más de tres años desde la obtención de la licencia hasta la entrega al comprador. Este retraso responde a una combinación de factores estructurales y estrategias empresariales, lo que agrava la crisis habitacional en un mercado ya tensionado.

Factores que retrasan la construcción

Los retrasos en la construcción no se deben a una menor eficiencia del sector, sino a problemas externos e internos. En relación con esto, Julián Salcedo, presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios, aseguraba a Vozpópuli que entre las razones involuntarias se encontraban:

Escasez de mano de obra cualificada, lo que dificulta mantener un ritmo constante de construcción.

Aumento de los precios de los materiales, encareciendo la edificación y generando dificultades en los presupuestos.

Falta de suelo urbanizable, lo que limita el inicio de nuevos proyectos.

Impacto del cambio climático, con eventos extremos que interrumpen los plazos de construcción.

Por otro lado, existen razones voluntarias, donde las propias promotoras optan por ralentizar el proceso de construcción debido a:

Cambios en la financiación bancaria, lo que impide que los compradores accedan con facilidad a hipotecas.

Ventas más lentas, dado que muchos compradores no pueden asumir el pago del 20% de entrada y el 10% de gastos.

Estrategia de “curarse en salud” de los promotores, quienes establecen plazos de entrega superiores a los 30 meses para evitar riesgos financieros.

Burocracia: un obstáculo para la construcción

El tiempo de tramitación de licencias es otra barrera clave. Se tarda más en gestionar el suelo y las licencias que en construir la vivienda. La lentitud en la concesión de permisos y los continuos litigios en tribunales hacen que muchos proyectos se retrasen aún más. Esta situación es ampliamente criticada por el sector, que reclama medidas urgentes para agilizar los procesos administrativos.

PSOE y PP coinciden en la necesidad de reducir la burocracia, aunque no logran consenso en reformas como la modificación de la ley de suelo. El Gobierno trabaja en la implementación de licencias básicas, que permitirían iniciar la construcción mientras se tramitan permisos adicionales, lo que podría reducir los tiempos en hasta nueve meses.

Un mercado con fuerte demanda pero baja oferta

La crisis de la vivienda se intensifica debido a la falta de oferta. El Banco de España estima que se necesitan 600.000 viviendas hasta 2025, mientras que en 2024 apenas se construirán unas 100.000. La demanda supera ampliamente la oferta, lo que ha disparado los precios a niveles no vistos en 15 años.

Los expertos coinciden en que es urgente facilitar la construcción de viviendas asequibles. El sector privado está acelerando la construcción, pero la administración no va al mismo ritmo. Para solucionar esta situación, el Consejo General de Economistas y Fedea han propuesto:

Implementar una política de vivienda a largo plazo.

Eliminar el control de precios y racionalizar impuestos sobre la vivienda.

Asegurar la seguridad jurídica para inversores y promotores.

Incentivar la construcción de vivienda asequible y regular los alquileres turísticos.

Industrialización: la gran esperanza del sector

Para contrarrestar los retrasos y la falta de mano de obra, el sector apuesta por la industrialización de la construcción. Este modelo permite fabricar componentes en serie y ensamblarlos en el lugar de la obra, reduciendo tiempos y costes. Sin embargo, aún enfrenta barreras normativas y de financiamiento que limitan su expansión.

Según la Confederación Nacional de la Construcción, la industrialización puede ser clave para aumentar la oferta de vivienda asequible, siempre que se garantice un marco normativo favorable. El Gobierno ya trabaja con el sector y la banca para adaptar la regulación y facilitar la financiación de estos proyectos.

El sector de la construcción enfrenta grandes desafíos: altos costes, falta de suelo, escasez de mano de obra y excesiva burocracia. Mientras que los promotores ralentizan la construcción para ajustar las ventas, la administración no consigue agilizar los procesos. Las reformas en la ley de suelo, la implantación de licencias básicas y el impulso de la construcción industrializada se presentan como soluciones urgentes para garantizar el acceso a la vivienda y estabilizar el mercado inmobiliario.

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