Es una historia que se repite cada año. Compras una flor de Pascua en diciembre pero, pasadas las fiestas, ese color intenso se desvanece y te quedas con una planta verde. Muchos piensan que está enferma o muriendo, pero la realidad es que ha completado su ciclo natural y necesita las condiciones adecuadas para volver
The post La flor de pascua pierde su color rojo: el error que lo causa y cómo evitarlo appeared first on Mejor con Salud. Es una historia que se repite cada año. Compras una flor de Pascua en diciembre pero, pasadas las fiestas, ese color intenso se desvanece y te quedas con una planta verde. Muchos piensan que está enferma o muriendo, pero la realidad es que ha completado su ciclo natural y necesita las condiciones adecuadas para volver a florecer.
La flor de Pascua requiere de un periodo prolongado y constante de oscuridad total cada día para recibir la señal de que es hora de florecer. Lo que percibimos como sus “pétalos” rojos son en realidad hojas modificadas llamadas brácteas. Cualquier tipo de luz, incluso la más tenue, puede romper el ciclo e impedir el proceso. Sigue estos pasos para verla roja y radiante.
Paso 1: el descanso de primavera y verano (marzo – septiembre)
Para que tu planta tenga la energía necesaria para florecer en invierno, necesita un periodo de crecimiento vegetativo durante los meses cálidos. Ubícala en un lugar fresco y luminoso durante el verano.
- Poda de primavera: una vez que las hojas rojas hayan caído (en general en marzo o abril), poda los tallos de la planta a unos 10 o 15 cm de altura. Esto fomentará un crecimiento más denso y compacto.
- Cuidados de la planta cuando está verde: durante la primavera y el verano, cuida tu flor de Pascua como cualquier otra planta de interior. Colócala en un lugar donde reciba luz indirecta y riégala a fondo solo cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto. Puedes fertilizarla dos veces al mes con un abono equilibrado.
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Paso 2: la preparación (mediados de septiembre)
A medida que se acerca el otoño, es hora de preparar la planta para el ciclo de oscuridad. Deja de abonarla a mediados de septiembre. Esto le indica que debe empezar a prepararse para la floración en lugar de seguir creciendo.
Busca un lugar sin luz para garantizar la oscuridad que necesita la planta. Puede ser un armario o una habitación oscura. Lo importante es que el lugar sea completamente oscuro y que te resulte fácil mover la planta a diario.
Paso 3: el ciclo de oscuridad (finales de septiembre a principios de octubre)
Este es el paso más importante y el que requiere más constancia. El proceso durará entre 8 y 10 semanas.
- Dale 12 a 14 horas de oscuridad absoluta: cada día, sin falta, tu planta debe pasar este tiempo en oscuridad total. La más mínima filtración de luz (una farola o la luz de otra habitación) puede romper el ciclo.
- Establece un horario fijo: para no olvidarte, crea una rutina. Por ejemplo, cúbrela a las 6 de la tarde y descúbrela a las 8 de la mañana. Ponte una alarma en el celular si es necesario.
- Dale 10 a 12 horas de luz durante el día: el resto del tiempo, la planta necesita recibir luz indirecta brillante para generar energía. Devuélvela a su lugar habitual cerca de una ventana.
- Mantén los cuidados básicos: durante estas semanas, sigue regándola con normalidad (cuando la tierra esté seca) y protégela de corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura.
Paso 4: la aparición del color (noviembre – diciembre)
La paciencia es clave. Si has sido constante con el ritual de oscuridad, los resultados empezarán a aparecer. Después de 3 o 4 semanas, deberías empezar a ver los primeros botones florales en el centro. Poco después, las hojas superiores (las brácteas) comenzarán a cambiar de color, pasando de un verde pálido a un tono rosado o rojizo.
Una vez que hayan desarrollado un color intenso y bonito (generalmente a finales de noviembre o principios de diciembre), puedes detener el tratamiento de oscuridad y dejar la planta en su lugar definitivo para disfrutarla durante las fiestas.
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Hacer que una flor de Pascua vuelva a tomar un color rojo no es una cuestión de “buena mano”, sino de entender su biología. Seguir estos consejos te ayudará a disfrutar de los colores de esta planta cada invierno.
Si tienes una flor de Pascua, recuerda poner una alarma en tu calendario para finales de septiembre con el recordatorio de “empezar el ciclo de oscuridad”. Es el primer paso para tener tu planta roja durante las Navidades.
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