Menos de cinco minutos han tardado en agotarse las zapatillas más esperadas del baloncesto. Que, por una vez, eran femeninas. Y que señalan un cambio en una poderosísima industria que estuvo 10 años sin prestarle atención a las deportistas y hoy se encomienda a jugadoras que se codean con Taylor Swift o pasean por la Met Gala.
Menos de cinco minutos han tardado en agotarse las zapatillas más esperadas del baloncesto. Que, por una vez, eran femeninas. Y que señalan un cambio en una poderosísima industria que estuvo 10 años sin prestarle atención a las deportistas y hoy se encomienda a jugadoras que se codean con Taylor Swift o pasean por la Met Gala.