Las bandas ecuatorianas se consolidan en España: el caso de “Los Tiguerones”

En 2024 la Guardia Civil detuvo a dos líderes de la organización, los cuales utilizaban el país como base logística y financiera
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Imagen: unos detenidos de una banda criminal I Policía Nacional

Los Tiguerones surgieron a finales de la pasada década en Esmeraldas, una ciudad portuaria del norte de Ecuador. Inicialmente, actuaban como brazo armado de Los Choneros, la mayor banda criminal del país. Su consolidación llegó tras el asesinato en 2020 de Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, líder de Los Choneros, lo que propició la fragmentación de la organización y el surgimiento de nuevas facciones criminales independientes, entre ellas Los Tiguerones.

La banda, liderada por William Jofre Alcívar Bautista, alias Comandante Willie o Negro Willie, ex guía penitenciario, se especializó en narcotráfico, extorsión, secuestros y asesinatos. Su poder se hizo sentir especialmente en el sistema penitenciario ecuatoriano, donde se enfrentaron con otras organizaciones como Los Lobos, Los Lagartos y Chone Killers, protagonizando sangrientos motines y enfrentamientos que dejaron cientos de muertos en las cárceles del país.

Narcotráfico y secuestros

Los Tiguerones funcionan como una red de células armadas autónomas, cada una con su propio jefe local, pero bajo la coordinación de los máximos líderes. Esta descentralización les permite adaptarse rápidamente a la presión policial y mantener el control sobre territorios clave para el narcotráfico, la extorsión, el sicariato y el tráfico de armas. La banda se caracteriza por el uso de extrema violencia, tanto en las calles como en las cárceles, y ha sido responsable de masacres carcelarias, atentados con coches bomba y ataques con drones.

Su modelo de negocio principal es el narcotráfico, especialmente el control de rutas de salida de cocaína hacia Centroamérica, Estados Unidos y Europa. Además, diversifican sus ingresos con extorsiones a comerciantes, secuestros y cobro de “vacunas” (pagos por protección) en las zonas bajo su dominio.

Volumen de dinero que mueven

Aunque no existen cifras oficiales exactas sobre el dinero que mueve la organización, las autoridades y analistas coinciden en que su capacidad financiera es considerable y comparable a la de otras grandes bandas ecuatorianas. El crecimiento del narcotráfico en la última década ha hecho que el negocio sea “mucho más rentable”, permitiendo a la banda consolidarse como una de las organizaciones criminales con mayor flujo de efectivo en Ecuador. En el momento de la detención de “Comandante Willy” en España, se incautaron cerca de 10.000 dólares en efectivo y relojes de lujo, apenas una muestra del nivel de vida y los recursos que manejan sus líderes. Además, han invertido en negocios legales como empresas de transporte y encomiendas para lavar dinero y camuflar sus operaciones ilícitas

Confrontación y violencia en Ecuador

La confrontación con otras bandas rivales ha marcado uno de los periodos más violentos de la historia reciente de Ecuador. Los enfrentamientos, tanto dentro como fuera de las cárceles, han dejado más de 270 muertos en los últimos años y han convertido a las prisiones en verdaderos campos de batalla. La guerra con Los Lobos, su principal enemigo, ha trascendido los muros carcelarios y se ha extendido a las calles de ciudades como Guayaquil y Quito, donde la banda ha dejado su sello de violencia y muerte.

Además, han utilizado la música y la estética narco para difundir su mensaje, captar adeptos y consolidar su imagen de poder y venganza, convirtiéndose en un fenómeno cultural y social que preocupa a las autoridades ecuatorianas.

¿Quiénes son Los Lobos?

Es una de las organizaciones criminales más grandes y violentas del país. Se especializa en el tráfico de drogas, sicariato, secuestros, extorsión y ha forjado alianzas con cárteles internacionales como el Jalisco Nueva Generación de México.

Surgieron como una escisión de Los Choneros tras el asesinato de su líder, Jorge Luis Zambrano, en 2020. Desde entonces, han crecido rápidamente en número y poder, llegando a contar con más de 8.000 miembros, aunque estimaciones recientes elevan la cifra a entre 10.000 y 12.000 integrantes. Su influencia abarca al menos el 75% de las provincias ecuatorianas y han expandido sus operaciones hacia la minería ilegal de oro, además de controlar rutas clave para el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.

Originalmente, operaban principalmente dentro de las cárceles, donde han protagonizado algunos de los motines más sangrientos de la historia reciente de Ecuador, pero en los últimos años han extendido su actividad criminal a las calles y zonas rurales. Además, han sido responsables de secuestros masivos, asesinatos de alto impacto y olas de violencia que han desestabilizado la seguridad nacional.

Presencia y operaciones en España

La expansión internacional de Los Tiguerones se ha hecho evidente en los últimos años, especialmente en España. En octubre de 2024, la Guardia Civil, en colaboración con la Policía de Ecuador, detuvo en Tarragona a William Alcívar (Comandante Willie) y a su hermano Álex, alias Ronco, ambos líderes de la organización. Vivían en una urbanización de clase media, pero llevaban un estilo de vida propio de millonarios, con coches de lujo y medidas de seguridad extremas, lo que despertó las sospechas de las autoridades españolas.

Asalto a la TV en Ecuador

El 9 de enero de 2024, Ecuador vivió uno de los episodios más impactantes y simbólicos de la escalada de violencia que atraviesa el país: el asalto en directo a la emisora TC Televisión en Guayaquil, perpetrado por miembros de la banda criminal Los Tiguerones. Más de una decena de encapuchados, armados con fusiles, granadas y explosivos, irrumpieron en las instalaciones durante la emisión de un informativo, reduciendo y amenazando a periodistas, camarógrafos y demás personal técnico. Las imágenes, transmitidas en vivo, mostraron a los atacantes encañonando a los empleados, obligando a un presentador a pedir de rodillas que la policía se retirara y colocando explosivos en su chaqueta.

La acción, que buscaba aterrorizar a la población y presionar políticamente al gobierno para que cesara la presión policial sobre las bandas criminales, fue interpretada como una demostración de fuerza y capacidad de coacción por parte de Los Tiguerones, considerados organización terrorista por las autoridades ecuatorianas. El operativo policial logró rescatar a las víctimas y detener a 15 implicados, incluidos menores de edad. Sin embargo, el impacto mediático y social fue inmediato, llevando al presidente Daniel Noboa a declarar el “conflicto armado interno” y ordenar la intervención de las Fuerzas Armadas en las calles y cárceles del país.

La investigación posterior vinculó directamente a William Joffre Alcívar Bautista, alias “Comandante Willie”, como autor intelectual del ataque. Según las versiones de varios procesados, él habría ordenado la toma violenta de la emisora, lo que llevó a la Fiscalía a solicitar su captura por terrorismo y delincuencia organizada. En octubre de 2024, tanto él como su hermano Álex, alias “Ronco”, fueron detenidos en España, donde residían y coordinaban parte de las operaciones internacionales de la banda.

Presencia de bandas criminales en Ecuador

Ecuador atraviesa el periodo más violento de su historia reciente, como lo demuestran los datos oficiales del primer trimestre de 2025. En estos tres primeros meses del año, el país registró un total de 2.361 muertes violentas, una cifra que representa un aumento del 65% respecto al mismo periodo de 2024, cuando se contabilizaron 1.428 homicidios. El incremento es aún más significativo si se compara con 2023, considerado hasta entonces el año más violento de Ecuador, ya que los homicidios han subido un 39% respecto a los 1.698 casos registrados entre enero y marzo de ese año.

El mes de enero de 2025 cerró con 781 homicidios, mientras que en febrero se reportaron 736 asesinatos, lo que supone un 90% más que en el mismo mes del año anterior y evidencia la aceleración de la crisis de seguridad. El promedio nacional durante este periodo fue de más de un asesinato por hora, una estadística que ilustra la magnitud del fenómeno y la gravedad de la situación que viven los ecuatorianos.

En los primeros 50 días de 2025, ya se habían registrado 1.300 asesinatos, consolidando a Ecuador como el país con la mayor tasa de homicidios de la región. Este nivel de violencia solo encuentra parangón en los últimos meses de 2023, cuando el país también experimentó una oleada de crímenes que llevó al gobierno a declarar el “conflicto armado interno” y a militarizar varias provincias.

Las provincias más afectadas por esta ola de violencia son Guayas, donde se encuentra la ciudad de Guayaquil, Manabí y Esmeraldas. Estas zonas son clave para el narcotráfico y la salida de cocaína hacia Estados Unidos y Europa, lo que las convierte en epicentros de la disputa entre bandas criminales. Solo en Guayas se registraron 1.208 asesinatos en el primer trimestre de 2025, de los cuales 741 ocurrieron en Guayaquil. Manabí y Esmeraldas también suman centenares de crímenes, reflejando el impacto del crimen organizado en las rutas estratégicas del país

Las principales bandas son:

  • Los Choneros: Tradicionalmente la organización más poderosa, con fuerte presencia en el centro, sur y este del país.
  • Los Lobos: Segunda banda más numerosa, con presencia en casi todas las provincias y estimaciones de hasta 12.000 miembros. Son responsables de masacres carcelarias y múltiples asesinatos en las calles.
  • Tiguerones: Con centro de operaciones en Esmeraldas y Guayas, cuentan con entre 4.000 y 5.000 miembros y han expandido su influencia a Perú y España.
  • Lagartos y Fatales: Otras bandas relevantes, especialmente activas en la costa.
  • Chone Killers y Águilas: Grupos de menor tamaño, pero alta peligrosidad, con roles en extorsión y sicariato.

Estas bandas se dedican principalmente a:

  • Narcotráfico: Ecuador ha pasado de ser un país de tránsito a un centro de almacenamiento, procesamiento y distribución de droga, lo que ha multiplicado la presencia y el poder de las bandas.
  • Extorsión, secuestro y sicariato: la violencia se ha trasladado de las cárceles a las calles, con ataques armados, masacres urbanas y asesinatos múltiples.
  • Minería ilegal y tráfico de armas: diversifican sus fuentes de ingresos y controlan territorios estratégicos para estas actividades ilícitas.

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