Diez pendientes fabulosos –y nada discretos– que demuestran que no hay ocasión que no merezca una joya a la altura de las circunstancias. Por calurosas que sean.
Diez pendientes fabulosos –y nada discretos– que demuestran que no hay ocasión que no merezca una joya a la altura de las circunstancias. Por calurosas que sean.