“Mañana el mundo, hoy España”. Los judíos y la defensa de la libertad en la Guerra Civil

Tras la expulsión de 1492 los judíos volvieron al territorio español con las Brigadas Internacionales
The post “Mañana el mundo, hoy España”. Los judíos y la defensa de la libertad en la Guerra Civil first appeared on Hércules.  

Exilio y guerra

Entre 1933 y 1934 más de 60.000 judíos alemanes abandonaron su país ante las medidas cada vez más restrictivas del Gobierno de Adolf Hitler. Algunos se marcharon a los Estados Unidos, otros a Hispanoamérica, pero no fueron pocos los que decidieron cruzar los Pirineos y asentarse en Cataluña o Madrid. Varios residieron en el territorio español hasta el inicio de la Guerra Civil y, tras enamorarse del país, no dejaron de ofrecer sus vidas por la defensa de la libertad individual y la República en 1936.
A los ya residentes se les unieron otros judíos procedentes de toda Europa con un diverso origen social: obreros, militares, filósofos, activistas políticos y deportistas del movimiento comunista o del Yiddisher Arbeter Sport Klub, el Poalei Zion, o el grupo Hashomer Hatzair , médicos y enfermeras, etc. Todos ellos, y ellas, son objeto de atención de la nueva exposición que acoge el Centro Sefarad Israel bajo el título “Por vuestra libertad y la nuestra. Judíos en las Brigadas Internacionales”, comisariada por Almudena Cruz Yábar (doctora en Historia del Arte y conservadora de museos del Estado). En palabras del director del centro, Jaime Moreno, “es un momento óptimo para tratar este tema, en mitad de un conflicto entre Israel y sus vecinos. El objetivo es acercar a la sociedad española una realidad objetiva e histórica”.

Almudena Cruz Yábar destaca: “este proyecto busca dar a conocer un aspecto poco divulgado, el altísimo número de voluntarios judíos que se unieron a la lucha en un conflicto que trascendió las fronteras de España para convertirse en una confrontación ideológica global. Esta guerra enfrentó a quienes defendían los valores democráticos con aquellos que promovían regímenes totalitarios de corte fascista”. Asimismo, prosigue Cruz Yábar, “en un contexto internacional actual donde se observa una preocupante restricción progresiva de derechos y libertades, esta exposición pretende rendir homenaje a los hombres y mujeres que protagonizaron esta lucha. Su ejemplo de sacrificio y compromiso en defensa de la libertad y la justicia resulta hoy más relevante que nunca”.

Las unidades de combate

Los voluntarios judíos estuvieron presentes en la Guerra Civil española desde fechas muy tempranas, en el verano de 1936 ya habían combatido en Irún. Más de 200 mujeres y miles de hombres acudieron a la llamada de la República. En octubre de 1936 se formaron oficialmente las Brigadas Internacionales, varias secciones estaban formadas, casi en su totalidad, por efectivos judíos; el Batallón Thälmann, la Compañía Judía Natfali-Botwin, la Centuria Tom Mann o el Batallón británico.

Para estos combatientes la lucha tenía un profundo significado, procedían de un entorno con un arraigado y extendido antisemitismo, ya sea en la Unión Soviética o en la Alemania Nazi. Eran tildados de “extranjeros” por toda Europa, vistos como judíos errantes, pero ahora tenían una familia y una causa común: la lucha contra el fascismo.
En la exposición leemos: “la Guerra de España simbolizaba además una oportunidad para transformar la sociedad hacia una mayor igualdad, un sueño que inspiraba tanto idealismo como aventura. Jóvenes de todo el mundo se unieron movidos por el deseo de marcar la historia, enfrentar la tiranía y vivir una experiencia única que les ofreciera un propósito más grande que una epopeya revolucionaria con resonancia global”. En esta línea, el director del Centro Sefarad Israel destaca que existe un profundo desconocimiento sobre el hecho de que “vinieron a combatir (los judíos) del lado del gobierno legalmente constituido y en contra del fascismo. Es importante que la sociedad española lo sepa”.

El ejército franquista y su visión sobre lo judío

En el pensamiento colectivo de las fuerzas sublevadas “el judío” y “lo judío” representaban un ente antiguo, estrangulador y malvado. Con diversos matices de antijudaísmo medieval de tipo cristiano se había evolucionado a una nueva concepción relacionada con las teorías de la conspiración e ideas raciales. Por supuesto, estuvo muy presente la opción de representar a los judíos como un grupo de extranjeros que conspiraban contra la patria española, aquí dio mucho juego a la propaganda franquista la teoría de la conspiración judeo-masónica.
La publicación en prensa y en boletines de estas ideas fue un arma de cara a lograr la atención, ya no solo de los combatientes, sino del conjunto de la sociedad. En diciembre de 1938 los fascistas publicaban: “el judaísmo internacional se sirve del liberalismo y de la democracia, en gran parte invenciones suyas”. En otro documento de época expuesto en las salas del Centro Sefarad Israel podremos leer “el judaísmo… despliega las alas de sus ejércitos con fines de estrago religioso y social”.

Aunque, por su parte, el bando republicano no se libraba de cierto discurso de odio. A pesar de no existir suficientes fuentes al respecto, “es muy probable que los judíos experimentaran actitudes y comentarios antisemitas por parte de compañeros, especialmente entre aquellos provenientes de países donde el antisemitismo era más arraigado, algo que se traduciría en comentarios despectivos y desconfianza, a pesar de su compromiso de los judíos con la causa republicana”, concluye Almudena Cruz Yábar.

Ejemplos de combatientes

Cuando me enteré de la lucha…, me fui a España. Y allí me convertí en un ser humano porque siempre había sido un “donnadie”; la policía estaba detrás de mí, el gobierno estaba contra mí. Y, en España, de pronto, soy alguien, formo parte de un ejército. Y estamos luchando. Fue una sensación tremenda.
El testimonio del doctor Shloyme Yankev nos habla de la cruel realidad que los judíos europeos vivían antes de alistarse en las Brigadas Internacionales, solo eran una minoría más, maltratada y constantemente perseguida: ahora tenían dignidad.

Los perfiles de los combatientes eran diversos. Aunque la gran mayoría se encontraban de un modo u otro adscritos a movimientos políticos judíos, anarquistas o de izquierdas. El soldado polaco Emmanuel Mink formaba parte de la organización deportiva Yiddisher Arbeter Sport Klub (“Club Deportivo de Trabajadores Judíos” en yiddish), el también polaco Joseph Epstein estaba adscrito al Partido Comunista francés y en la Segunda Guerra Mundial fue oficial de una unidad de partisanos. El croata-italiano Remigio Maurovich era un opositor político de Mussolini. Sin embargo, hay un caso que destaca notablemente sobre los demás en la exposición. Este es el de la argentina Micaela Feldman, quien llegó a ser capitana en la Columna Motorizada del POUM, combatiendo en Madrid y en Guadalajara.


El final de una aventura

A finales de octubre de 1938 el Gobierno de la República española ofreció una despedida a las Brigadas Internacionales y a sus combatientes judíos en Cataluña. Estos hombres y mujeres serían recordados con varios monumentos bajo el lema de “vosotros sois la historia”.
Hoy “el desconocimiento de este hecho es absoluto a todos los niveles, incluso en el ámbito universitario”, y es una realidad que el que el clima político actual no ayuda.
En cambio, a la pregunta de si el centro había recibido alguna crítica como consecuencia de la tensión actual en Oriente Medio, Jaime Moreno nos expone que no hay constancia de ningún boicot o crítica a la exposición. Es un aspecto que contrasta sorprendentemente con todo a lo que se deben enfrentar los profesores de universidad cada vez que se quiere hablar de judaísmo o judíos en las universidades españolas, viéndose acosados por alumnos y compañeros de despacho mediante boicots e insultos.

The post “Mañana el mundo, hoy España”. Los judíos y la defensa de la libertad en la Guerra Civil first appeared on Hércules.