Ferraz mantiene silencio y sin medidas cautelares ante las graves maniobras de Leire Díez, mientras crecen las dudas y tensiones dentro del PSOE
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Siete días han pasado desde que se revelaron los audios de Leire Díez. La militante socialista fue grabada mientras planeaba desacreditar a altos mandos de la Guardia Civil. La dirección federal del PSOE, sin embargo, solo reaccionó abriendo un expediente informativo. No impuso ninguna medida cautelar. Ni siquiera suspendió su militancia.
La reacción llegó por presión interna. El expediente se abrió el 28 de mayo, pero no ha habido avances. Pedro Sánchez y su equipo aún no han citado a Díez. Ella misma lo reconoce públicamente. La dirección del PSOE no da señales de querer resolver el caso con rapidez. Tampoco con firmeza. Mientras tanto, crecen las críticas en el partido.
Reuniones sospechosas y ofertas comprometedoras
Leire Díez participó en febrero en una videoconferencia con varias figuras polémicas. La reunión fue grabada. El Confidencial publicó los detalles a partir del 26 de mayo. En esa cita, Díez se mostró dispuesta a intercambiar favores judiciales por información comprometedora.
Junto a ella estaban el abogado Jacobo Teijelo y el empresario Javier Pérez Dolset, imputado por fraude. Buscaban información contra Antonio Balas, jefe anticorrupción de la Guardia Civil. Balas lidera las investigaciones contra el entorno de Sánchez y el caso Ábalos.
Además, según El Español, Díez también ofreció a medios un vídeo íntimo del fiscal José Grinda. Todo con la intención de presionar a los investigadores. Ferraz insiste en que Díez no tiene vínculo oficial con la dirección. Asegura que actuó por su cuenta. No obstante, no ha dado ninguna explicación pública ni ha tomado medidas firmes.
Una militante sin respuesta y un partido en vilo
El expediente abierto por Ferraz sigue su curso inicial. Según el artículo 92 de los estatutos, este puede archivarse o derivar en un procedimiento disciplinario. Pero antes, el partido debe escuchar la versión de Díez. Algo que no ha ocurrido.
Ella lo confirma: no ha sido citada. Tampoco ha recibido comunicación oficial, salvo una llamada de aviso. Fue Juanfran Serrano, número dos de Organización, quien la contactó para notificarle el inicio del expediente.
En un mensaje a militantes de Cantabria, Díez explicó que desea declarar cuanto antes. Dice tener documentación relevante y asegura actuar con honestidad. Alega que sus gestiones eran parte de una investigación para un libro que publicará este verano.
Una investigación interna que avanza sin claridad
El PSOE guarda silencio. Asegura que el expediente se gestiona bajo la ley de protección de datos. No aporta fechas ni detalles. Ferraz afirma que no puede dar información por motivos legales. Díez sostiene que su conciencia está tranquila. Reitera que se presentará a declarar cuando sea requerida. Defiende su versión: solo investigaba para su proyecto editorial. Mientras, Moncloa y Ferraz se desmarcan de cualquier relación laboral con ella.
El proceso aún está en fase informativa. Si se formaliza un expediente disciplinario, podría suponer la expulsión. Mientras tanto, la militante sigue siendo parte del partido. La Comisión Federal de Ética todavía no interviene. Si se abre un expediente disciplinario y hay suspensión de militancia, Díez podrá apelar. Pero aún no se ha dado ese paso. La última palabra, por ahora, sigue en manos de Ferraz. Su inacción comienza a pasar factura política.
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