Dice una de las tradiciones que solo las reinas católicas, y no todas, pueden vestir de blanco frente al papa. Hace décadas que no hay protocolo obligado en las visitas al pontífice. E incluso Letizia ha renunciado a un privilegio exclusivamente español: la peineta.
Dice una de las tradiciones que solo las reinas católicas, y no todas, pueden vestir de blanco frente al papa. Hace décadas que no hay protocolo obligado en las visitas al pontífice. E incluso Letizia ha renunciado a un privilegio exclusivamente español: la peineta.