David Niven pasó parte de los años sesenta junto a su segunda esposa, Hjördis, en Lo Scoglietto, una idílica villa en la que reunió a la alta sociedad del momento. Su cocinera, mi abuela Nina, cautivó a Grace Kelly con sus recetas; y su maître d’hôtel, mi abuelo Eduardo, rescató una de las joyas más preciadas del galán británico. Esta es su historia.
David Niven pasó parte de los años sesenta junto a su segunda esposa, Hjördis, en Lo Scoglietto, una idílica villa en la que reunió a la alta sociedad del momento. Su cocinera, mi abuela Nina, cautivó a Grace Kelly con sus recetas; y su maître d’hôtel, mi abuelo Eduardo, rescató una de las joyas más preciadas del galán británico. Esta es su historia.