La princesa viajó a Ecuador con su padre en 1977 y Rainiero pidió al artista que retratara a su hija. El cuadro estuvo colgado en el salón de la familia en Mónaco hasta que falleció el príncipe en 2005. Desde entonces, cogía polvo en un almacén. Ahora, Carolina lo ha donado al museo Casa Oswaldo Guayasamín de La Habana.
La princesa viajó a Ecuador con su padre en 1977 y Rainiero pidió al artista que retratara a su hija. El cuadro estuvo colgado en el salón de la familia en Mónaco hasta que falleció el príncipe en 2005. Desde entonces, cogía polvo en un almacén. Ahora, Carolina lo ha donado al museo Casa Oswaldo Guayasamín de La Habana.