Son las 2:38 a.m. Mi marido me despierta. Me dice que tiene dolor. “No sé si ir al hospital”. Mi marido me mira. Yo lo miro. Hay un silencio. “¿Estás seguro?”, pregunto. “¿Muy muy seguro?”.
Son las 2:38 a.m. Mi marido me despierta. Me dice que tiene dolor. “No sé si ir al hospital”. Mi marido me mira. Yo lo miro. Hay un silencio. “¿Estás seguro?”, pregunto. “¿Muy muy seguro?”.


