Quitarse los zapatos al entrar en casa es una cuestión de higiene, comodidad y respeto, pero puede incomodar a algunos invitados que no tienen esta costumbre. He aquí cómo comunicar la norma sin comprometer ni la bienvenida ni los modales.
Quitarse los zapatos al entrar en casa es una cuestión de higiene, comodidad y respeto, pero puede incomodar a algunos invitados que no tienen esta costumbre. He aquí cómo comunicar la norma sin comprometer ni la bienvenida ni los modales.



