Hay un truco que muchos jardineros aficionados usan y que tú también puedes comenzar a utilizar para mejorar la calidad del sustrato e impulsar el crecimiento de tus plantas. Se trata del agua de arroz. Este es un complemento nutritivo que, si bien no sustituye el abono, aporta minerales y carbohidratos a los microorganismos que
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Este es un complemento nutritivo que, si bien no sustituye el abono, aporta minerales y carbohidratos a los microorganismos que se encuentran en la tierra y que ayudan a descomponer la materia orgánica. De ese modo contribuyes a mejorar la disponibilidad de los nutrientes para las raíces.
Debes saber que las concentraciones en el agua de arroz son moderadas y más bajas que las de un fertilizante comercial; por lo que puedes utilizarla como un complemento a la alimentación de tus plantas.
Tres métodos para hacer tu abono casero con agua de arroz
Hay tres formas diferentes de prepararlo, con cada uno de ellas conseguirás un líquido con características distintas:
- Enjuague del arroz: lava el arroz con agua fría dos veces y recoge el agua resultante. Esta es la opción más sencilla, rápida y con la que conservarás todos los nutrientes solubles del arroz.
- Agua de enjuague fermentada: toma el agua del método anterior y déjala en un recipiente tapado, a temperatura ambiente, por 2 a 5 días. Pasado ese tiempo desarrollará un olor ácido suave. Esta agua tendrá más bacterias y levaduras.
- Agua hervida de arroz: cocina el arroz en abundante agua y sin sal por 15 a 20 minutos. Luego cuela y deja enfriar por completo. Así extraerás más almidón, pero menos vitaminas.
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Recomendaciones para abonar
El líquido que has preparado debe aplicarse a las plantas correctamente para lograr buenos resultados y evitar problemas. Sigue estos consejos:
- Diluye: el agua de enjuague o hervida puedes usarla a una dilución 1:1 con agua limpia. El agua fermentada requiere mayor dilución, de 1:10 o incluso 1:20 por su mayor concentración.
- Riega solo el suelo: evita mojar las hojas, tallos o flores, pues el almidón puede propiciar la aparición de hongos en la superficie de la planta. Asimismo, riega temprano por la mañana para que la humedad se evapore durante el día.
- Uso moderado: fertiliza cada 3 o 4 semanas como máximo. Si usas el agua fermentada, amplía el intervalo de 4 a 6 semanas.
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Tu abono casero de arroz funciona mejor con plantas de interior, como potos, cintas, ficus o filodendros. También en plantas de exterior como hortensias, geranios o rosales. Las hortalizas de fruto como tomates o pimientos pueden aprovecharlo, pero no será suficiente para la producción de flores o frutos.
Te sugerimos evitar el agua de arroz en sistemas hidropónicos, porque el almidón puede obstruir tuberías y favorecer el crecimiento de bacterias.
Nunca abones en exceso porque si la tierra está muy saturada de almidón puede desarrollar moho y infestarse con la mosquita del sustrato. Si observas estos signos, suspende la aplicación y deja secar bien entre riegos.
Ten presente que el agua de arroz puede ser beneficiosa, pero no sustituye las demás necesidades de tus plantas, como luz y riego adecuados. Asegurar un buen ambiente para tu colección hará que cualquier abono que apliques, casero o comercial, sea realmente exitoso.
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