La amaxofobia, que se puede definir como un miedo intenso e irracional a conducir, afecta a más de un millón de conductores españoles
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Imagen: Helvetia Seguros
La amaxofobia, o miedo a conducir, es un trastorno psicológico que afecta a muchas personas, limitando su autonomía y su calidad de vida. En España, aproximadamente un 30% de los conductores experimenta cierto grado de ansiedad al volante, y se estima que 1,5 millones sufren amaxofobia incapacitante, afectando más a mujeres que a hombres, especialmente mayores de 40 años.
Síntomas de la amaxofobia
La amaxofobia es un miedo irracional e intenso a conducir o incluso a imaginarse haciéndolo. Este trastorno puede manifestarse de forma leve, como una incomodidad en ciertas situaciones (autopistas o tráfico denso), o severa, llegando a incapacitar completamente a la persona para ponerse al volante.
Los especialistas distinguen dos tipos de amaxofobia: amaxofobia primaria, que se da en aquellas personas en las que el miedo no tiene un inicio claro, se desconoce el origen de este y es difícil limitar el inicio; y, por otro lado, amaxofobia secundaria cuando este miedo es provocado a raíz de la vivencia de un accidente de tráfico o un evento traumático o altamente estresante en un vehículo.
Los síntomas más comunes incluyen: ansiedad extrema al pensar en conducir; palpitaciones, sudoración, mareos o náuseas al sentarse frente al volante; sensación de pérdida de control en el tráfico; evitar rutas o situaciones específicas, como atascos, túneles o carreteras con curvas.
Las causas de este trastorno pueden variar, pero las más frecuentes son: 1) experiencias traumáticas: un accidente o una situación peligrosa previa puede dejar una huella psicológica que desencadena el miedo a conducir; 2) ansiedad: quienes padecen trastornos de ansiedad fuera del ámbito de la conducción tienen más probabilidad de desarrollar amaxofobia; 3) falta de confianza al volante: la inexperiencia, haber pasado mucho tiempo sin conducir o exigirse mucho a uno mismo de manera excesiva pueden aumentar el miedo; 4) presión social y cultural: en algunos casos, los estereotipos sociales, que afectan especialmente a los hombres (por la idea de que los hombres deben ser conductores confiados, pues se atribuye socialmente la afición por conducir a los hombres) pueden añadir estrés y generar inseguridad.
Riesgos asociados a la amaxofobia
Aunque no pone en riesgo físico a las personas, la amaxofobia tiene importantes consecuencias emocionales y prácticas, como la dependencia de terceros para poder desplazarse, pues no en todos sitios hay alternativa de transporte público; aislamiento social, especialmente en áreas con transporte público limitado; impacto en la vida laboral, al limitar las opciones de empleo; estrés y frustración por no poder superar el miedo.
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