El desatascador, también conocido como ventosa, es una herramienta indispensable en el hogar para resolver atascos en el retrete. Sin embargo, pocas veces pensamos en lo que ocurre después de utilizarlo. Restos de suciedad, bacterias y malos olores pueden quedarse adheridos a su superficie si no se limpia correctamente. Esto no solo afecta la higiene
The post Así debes limpiar el desatascador cada vez que lo usas en el retrete appeared first on Mejor con Salud. El desatascador, también conocido como ventosa, es una herramienta indispensable en el hogar para resolver atascos en el retrete. Sin embargo, pocas veces pensamos en lo que ocurre después de utilizarlo. Restos de suciedad, bacterias y malos olores pueden quedarse adheridos a su superficie si no se limpia correctamente. Esto no solo afecta la higiene del baño, sino que también puede convertirse en un foco de contaminación.
Por eso, es fundamental dedicar unos minutos a su limpieza y desinfección tras cada uso. De esta manera, se previenen riesgos para la salud y se mantiene el baño en condiciones óptimas. A continuación te contamos cómo hacerlo paso a paso y qué cuidados adicionales conviene tener en cuenta para prolongar la vida útil de esta herramienta.
1. Enjuague inicial con agua limpia
El primer paso siempre debe ser un enjuague rápido con agua corriente. Esto ayuda a retirar los residuos visibles y facilita la posterior desinfección. Lo ideal es hacerlo en el mismo retrete, dejando correr agua limpia mientras se mueve la ventosa para eliminar restos sólidos.
Este paso, aunque sencillo, es clave para evitar que la suciedad se acumule y se adhiera con fuerza a la goma. Además, reduce el riesgo de que los siguientes productos de limpieza pierdan eficacia.
<div class="read-too">
<strong>Lee también</strong>:
<a href="https://mejorconsalud.as.com/lifestyle/consejos-hogar/manten-la-escobilla-del-retrete-impecable-con-este-simple-metodo/" target="_self" title="Mantén la escobilla del retrete impecable con este simple método">Mantén la escobilla del retrete impecable con este simple método</a>
</div>
2. Limpieza con agua caliente y jabón
Una vez retirados los residuos, se recomienda sumergir el desatascador en un balde con agua caliente y jabón. El calor contribuye a eliminar bacterias y el jabón ayuda a descomponer la materia orgánica. Se puede usar jabón líquido para platos o cualquier detergente doméstico.
Lo ideal es dejarlo en remojo durante unos minutos y, si es necesario, frotar suavemente con un cepillo para llegar a las zonas más difíciles. Este método es práctico y accesible, y garantiza una limpieza más profunda que el enjuague inicial.
3. Desinfección con productos específicos
Tras la limpieza con jabón, llega el momento de la desinfección. Aquí existen varias opciones:
- Lejía (cloro): es uno de los desinfectantes más efectivos. Basta con añadir un chorro al agua caliente y dejar la ventosa sumergida unos minutos.
- Desinfectantes comerciales: existen productos específicos para baños que también cumplen esta función.
Sea cual sea la elección, es importante enjuagar bien el desatascador después para evitar que queden restos químicos que puedan dañar la goma o generar olores fuertes.
4. Secado correcto
Uno de los errores más comunes es guardar el desatascador húmedo. La humedad favorece la proliferación de bacterias y hongos, además de generar malos olores. Por eso, después de la limpieza y desinfección, se debe dejar secar completamente.
Lo ideal es colocarlo en un espacio ventilado, preferiblemente al aire libre o cerca de una ventana. Si se dispone de un soporte con bandeja, lo más recomendable es vaciarla con frecuencia para evitar acumulación de agua.
5. Almacenamiento adecuado
El lugar donde se guarda el desatascador también influye en la higiene del baño. Nunca debe colocarse directamente en el suelo ni dentro del retrete. Lo más recomendable es usar un soporte con bandeja que permita mantenerlo erguido y separado de otras superficies.
Además, conviene ubicarlo en un sitio aireado, lejos de la humedad constante. Esto no solo previene la proliferación de microorganismos, sino que también prolonga la vida útil de la goma.
<div class="read-too">
<strong>Te puede interesar</strong>:
<a href="https://mejorconsalud.as.com/lifestyle/consejos-hogar/cerrar-tapa-del-inodoro-antes-de-tirar-la-cadena/" target="_self" title="¿Por qué deberías cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena?">¿Por qué deberías cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena?</a>
</div>
Aunque la limpieza y el cuidado prolongan su uso, el desatascador no es eterno. Con el tiempo, la goma puede deteriorarse, perder flexibilidad o presentar grietas que dificultan su eficacia. Por lo general, se recomienda renovarlo cada uno o dos años, dependiendo de la frecuencia de uso y del estado en que se encuentre.
Un desatascador en buen estado asegura una limpieza más efectiva después de cada uso.
Adoptar estas medidas no solo protege la salud de quienes habitan la casa, sino que también contribuye a mantener un baño más limpio y agradable.
The post Así debes limpiar el desatascador cada vez que lo usas en el retrete appeared first on Mejor con Salud.

