Li-Meng Yan advierte que científicos chinos en EE.UU. podrían estar ligados al PCCh para robar investigación biotecnológica y amenazar la seguridad nacional
The post Científicos chinos en EE.UU.: ¿riesgo de espionaje? first appeared on Hércules. Una médica china exiliada ha lanzado una alerta sobre el papel que estarían jugando algunos científicos chinos en EE.UU. en actividades de espionaje científico para beneficio del Partido Comunista Chino (PCCh). Según la doctora Li-Meng Yan, experta en virología y crítica del régimen de Beijing, existe una estructura organizada que busca apropiarse de la propiedad intelectual estadounidense, en especial en sectores sensibles como biotecnología, seguridad agroalimentaria y armas biológicas.
La denuncia de Yan resurge en medio de una investigación federal iniciada por la administración Trump. El proceso revisa la actividad de cientos de académicos provenientes de países catalogados como de “alto riesgo”, con énfasis en China, muchos de ellos con vínculos facilitados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y otras agencias federales.
Acusaciones de contratos con el PCCh
Yan, originaria de Qingdao y formada en instituciones médicas chinas, explicó al medio Just the News que quienes viajan como académicos a EE.UU. lo hacen tras firmar compromisos formales con el gobierno chino. “Han acordado regresar a China con información y recursos obtenidos en territorio estadounidense. Desde el inicio, actúan como agentes del Partido Comunista Chino”, declaró.
La médica, quien desertó en abril de 2020, señaló que estas prácticas no son aisladas sino parte de una estrategia nacional de infiltración. En su visión, el gobierno chino utiliza a científicos como una “infección sistémica”, comparándolos con “parásitos” que se insertan en instituciones clave del país.
Investigación sobre el origen del COVID-19
Yan ganó notoriedad tras asegurar que el virus COVID-19 fue generado en un laboratorio en Wuhan, una afirmación aún sujeta a debate. Aunque sus estudios fueron desestimados por la comunidad científica occidental por carecer de revisión por pares, al menos una agencia de inteligencia estadounidense ha planteado la posibilidad de un origen artificial del SARS-CoV-2.
Las preocupaciones se han intensificado tras la detención de dos científicos chinos en Michigan. Ambos fueron acusados de intentar ingresar ilegalmente a EE.UU. un hongo tóxico, el Fusarium graminearum, considerado por expertos una posible arma de agroterrorismo.
Amenaza a la seguridad agroalimentaria
Yan sostiene que China explora el desarrollo de armas biológicas agrícolas, una estrategia que describió como “las armas nucleares del pobre”. Citó casos en los que el FBI detectó intentos de contrabando de patógenos capaces de afectar cultivos esenciales como trigo, arroz y maíz. Uno de los patógenos, el gusano redondo, también fue interceptado.
“El FBI ha interceptado a agentes encubiertos del PCCh que ingresaban organismos mortales que amenazan tanto a humanos como a animales”, advirtió.
Reacción del FBI y medidas federales
La nueva dirección del FBI ha catalogado estos hechos como amenazas críticas a la bioseguridad nacional. Erica Knight, asesora del director del FBI, describió el fenómeno como una “infiltración silenciosa” que compromete la independencia económica y científica de EE.UU.
“El director [del FBI] es plenamente consciente de los riesgos y trabaja en erradicar toda forma de influencia extranjera corrupta”, añadió.
Los investigadores acusados, Yunqing Jian y Zunyong Liu, estaban vinculados a un laboratorio financiado por el NIH. La instalación, dirigida por los científicos de origen chino Ping He y Libo Shan, recibió más de 7,6 millones de dólares en fondos federales para investigar la inmunidad vegetal.
Escalada de revisiones en instituciones científicas
Estos casos motivaron al gobierno a lanzar una auditoría exhaustiva de la presencia de científicos extranjeros en EE.UU. Un funcionario confirmó que más de 1.000 investigadores con conexiones a China fueron identificados solo dentro de los NIH.
La revisión incluye el rastreo de posibles vínculos con el Ejército Popular de Liberación y el PCCh, ante la preocupación de que anteriores administraciones no aplicaron los controles necesarios. Esta supervisión busca corregir la falta de filtros aplicada durante las gestiones de Francis Collins y Anthony Fauci, así como bajo la presidencia de Joe Biden.
Advertencias reiteradas del Congreso
La Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) ha emitido múltiples informes alertando sobre la fragilidad del sistema ante amenazas externas. Según un reporte de 2021, las universidades de investigación asociadas al NIH presentan serias vulnerabilidades frente a influencias extranjeras.
“La falta de salvaguardas adecuadas permite que conflictos de interés con gobiernos extranjeros comprometan la integridad científica de EE.UU.”, advirtió la GAO.
Preocupación por infiltración estructural
Más allá de los laboratorios, voces como la del analista Gordon Chang han alertado sobre la llegada de grupos coordinados de ciudadanos chinos a través de la frontera sur. “Vimos hombres en grupos organizados, con indumentaria idéntica. Todo apunta a células preparadas para actuar dentro del país”, dijo.
Chang subraya un aumento de intentos de acceso no autorizado a bases militares y a infraestructuras estratégicas, lo que considera una amenaza latente. “Estas redes están listas para atacar desde adentro. Esa, en mi opinión, es la amenaza más grave que enfrentamos”, sentenció.
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