La tía de Felipe de Edimburgo fue una figura inconformista, muy intransigente y a la vez muy querida. En una ocasión casi la atropella un autobús y tras aquello cogió la costumbre de llevar consigo una tarjeta que rezaba “Soy la reina de Suecia”, para poder ser identificada en caso de accidente.
La tía de Felipe de Edimburgo fue una figura inconformista, muy intransigente y a la vez muy querida. En una ocasión casi la atropella un autobús y tras aquello cogió la costumbre de llevar consigo una tarjeta que rezaba “Soy la reina de Suecia”, para poder ser identificada en caso de accidente.