A todos nos ha sucedido que una melodía pegadiza, a menudo un fragmento de apenas unos segundos, se instala en nuestra mente y se repite en un bucle infinito. A veces es divertido, pero otras veces puede ser exasperante. Este fenómeno, conocido como “gusano musical” (earworm), es una peculiaridad fascinante del cerebro. No se trata
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No se trata de un fallo en tu mente; en realidad es una interacción entre las características de la música y tu estado mental en un momento dado. Aunque puede ser molesto, entender por qué ocurre es el primer paso para aprender a gestionarlo.
Por qué se te pegan las canciones
Los earworms no surgen de la nada. Las canciones con más probabilidades de quedarse en tu cabeza suelen compartir ciertos rasgos: un ritmo rápido, una melodía simple y, sobre todo, patrones muy repetitivos. El estribillo de una canción pop “pegadiza” es, por diseño, el candidato perfecto.
Un estudio de la profesora Kelly Jakubowski y sus colegas encontró que “Bad Romance” de Lady Gaga, “Can’t Get You Out Of My Head” de Kylie Minogue y “Don’t Stop Believin’” de Journey son algunas canciones propensas a sufrir de earworm.
Los gusanos musicales suelen aparecer porque desencadenan emociones o asociaciones al escuchar la melodía, lo que refuerza la permanencia en la mente. El cerebro responde a esas melodías conocidas de forma automática, y se genera un círculo vicioso. Puede ocurrir mientras realizas tareas automáticas, en momentos de estrés, de nostalgia, de divagación mental o de aburrimiento.
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Estrategias para interrumpir los gusanos musicales
Resistirse a la canción o intentar “bloquearla” suele ser contraproducente. Existen algunas estrategias más efectivas para interrumpir el bucle.
1. Mastica chicle
Puede sonar extraño, pero masticar chicle interfiere con la capacidad de escuchar la canción en tu cabeza. Al ocupar los músculos de la mandíbula, desbaratas la capacidad de tu cerebro para reproducir el bucle.
2. Resuelve un sudoku o un anagrama
La clave aquí es el nivel de dificultad. Una tarea demasiado fácil no funciona, y una demasiado difícil puede causar frustración. Un desafío cognitivo de dificultad media compite por los mismos recursos de la memoria que el earworm está utilizando.
3. Escucha la canción completa
A veces, la mejor forma de salir del bucle es atravesarlo. Puedes escuchar la canción entera, de principio a fin. Como se cree que los gusanos musicales ocurren cuando solo recuerdas una parte, es una forma de darle la sensación de cierre que el cerebro necesita para dejarla ir.
4. Cambia de canción
Esta estrategia consiste en usar otra canción para expulsar a la invasora. Funciona mejor si eliges una melodía que te guste, pero que sea menos repetitiva. En un estudio, algunas canciones útiles fueron “God Save The Queen” de Thomas Arne y “Karma Chameleon” de Culture Club.
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Aunque pueden ser molestos, los gusanos musicales son una forma normal de ver cómo tu cerebro procesa la música. En la mayoría de los casos, la música desaparece después de unos minutos. Si no es así, la próxima vez que una canción se te pegue, no luches contra ella. Prueba masticar chicle durante un par de minutos o distraer tu mente con un sudoku. Es una forma simple de darle a tu cerebro una nueva tarea y romper el bucle musical.
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