El Ulises portátil de James Joyce

No hay intelecto, pasión o retazo de lo grandioso oculto entre lo abyecto que quede fuera de este libro enciclopédico de la condición humana
The post El Ulises portátil de James Joyce first appeared on Hércules.  Una sola jornada en una sola ciudad compuesta a lo largo de siete años (1914-21) y en un recorrido biográfico que comprende tres metrópolis, Trieste, Zúrich y París, para acotar un instante único de un día irrepetible, ese 16 de junio que James Joyce se dedicó a explorar esa epopeya del idioma, de cualquier idioma, que es el Ulises (1922), donde el único paisaje que de verdad interesa al escritor es el propio lenguaje, porque el encuentro más radical de cada escritor será siempre con las palabras. Peregrinaje de diecinueve horas y media repartidas en dieciocho capítulos, en el que un Joyce desbocado nos narró algo mucho más trascendente que el trivial paseo urbano de Leopold Bloom y Stephen Dedalus: tránsito de la lengua que, en cada hora, en cada capítulo, muta por completo su estilo para decirse de nuevo con una apariencia completamente distinta.

El paisaje que explora Joyce es el de Dublín, desde el exilio junto a una mujer, Nora Barnacle, al que su marido consideraba una «Irlanda portátil»; y sobre todo es el de una escritura dominada por el célebre «flujo libre de conciencia» que prescinde de cualquier pretensión narrativa para, a cambio, inscribirse en una ambición mayor de la escritura, en una sinfonía lingüística donde el fluido vitalismo del paseante acaba permeando en cualquier fragmento: «Sí porque él no había hecho nunca una cosa así antes como pedir que le lleven el desayuno a la cama con un par de huevos desde los tiempos del hotel City Arms cuando se hacía el malo y se metía en la cama con voz de enfermo haciendo su santísima para hacerse el interesante ante la vieja regruñona de Mrs Riordan que él creía que la tenía enchochada y no nos dejó ni un céntimo todo para misas para ella solita y su alma tacaña tan grande no la hubo jamás de hecho».

No es el paseo, ni la ciudad, ni el elenco de personajes lo que protagoniza el Ulises; tampoco lo es la apología de lo mundano como necesario reclamo de la trascendencia ni, a pesar de su grandeza, el lamento erótico de Molly Bloom (trasunto de Nora, que jamás leería entero el libro con el que su marido la homenajeó) al término de la obra, sino que, como ya se ha dicho, el eje de una de las más grandes obras jamás escritas es el propio lenguaje que se dice a través de la escritura.

Como es de sobra conocido, el Ulises es la inversión de un mito: una Odisea mundana y tragicómica escrita por un Homero en el exilio; y no es que Joyce, ese procaz erudito epicúreo que sorprende a cada paso con enumeraciones inacabables y asociaciones tan brillantes como en apariencia incongruentes, carezca de la grandeza espiritual del legendario aedo, pero su concepción modernista del lenguaje resulta más lúdica que la de aquel al que, más que enmendar, pretende completar con la otra mitad simbólica del tiempo occidental.

El Ulises es una obra donde lo concreto de un idioma, de una jornada, de un personaje y de una ciudad se expande hasta alcanzar la universalidad de toda obra suprema del ingenio humano. En la novela se sintetizan, desde un punto de vista estético, paseo y lenguaje, lenguaje y paseo, conformando así la poética recitada por Bloom camino de un entierro: «Cruzó al lado del sol, evitando la trampilla suelta del sótano en el número setenta y cinco. El sol se acercaba al campanario de la iglesia de San Jorge. Va a ser un día caluroso, me imagino. Especialmente con este traje negro lo noto más. El negro conduce, refleja el calor. Pero no podía ir con ese traje claro. Ni que fuera un pícnic. Los párpados se le bajaron suavemente muchas veces mientras andaba en feliz tibieza. La camioneta del pan de Boland entregando en bandejas el nuestro de cada día, pero ella prefiere las hogazas de ayer, tostadas por los dos lados crujientes cortezas calientes. Te hace sentir joven. En algún sitio, por el este: ponerse en marcha al amanecer, viajar dando la vuelta por delante del sol, robarle un día de marcha. Seguir así para siempre, sin envejecer nunca un día, técnicamente».

El héroe homérico ha dejado paso, tanto en lo histórico como en lo puramente estético, al paseante joyceano; y en ambos casos lo concreto logra hacerse universal por medio del lenguaje, del juego, de la escritura, como más tarde hará Ezra Pound con sus The Cantos (1917-1962), con respecto a la Divina Comedia de Dante Alighieri: «En el mundo contemporáneo no tiene demasiada importancia por dónde comience uno el examen de un asunto, mientras dicho examen se sostenga hasta el extremos de volver al punto de partida, es preciso proseguir hasta haber contemplado dicho objeto desde todos los ángulos posibles». Sobre la magna obra joyceana, Carl Gustav Jung observó: «El Ulises de Joyce es, en rigurosa oposición con su antiguo homónimo, una conciencia inactiva, meramente perceptiva, o más bien un simple ojo, una oreja, una nariz, expuesto sin freno ni selección a la catarata turbulenta, caótica, disparatada de los hechos físicos y psíquicos que registra, casi fotográficamente».

Jung nos invita a comprender el Ulises como lo que es: un espejo ante el que el lector debe transformar su propia conciencia, al observar en cada línea, tras cada paseo, el reflejo épico de su propio mundo cotidiano: «Ulises es un documento humano de nuestro tiempo, y más aún: es un secreto». Como se ha repetido ya tantas veces, Joyce supo incorporar el lenguaje cinematográfico a su novela y, más aún, hizo gala, por medio de los ampulosos recursos del monólogo, de toda una taquigrafía puntillista cosida e hilvanada a partir de retazos y desperdicios, de juego y de pura exploración, donde se aprisionan en pocas líneas una enorme cantidad de pensamientos y referencias, a gran velocidad y con tremendo ritmo, igual que el cine logró plasmar multitud de imágenes en cuestión de apenas unos segundos: así pensamos en la intimidad, así paseamos por una ciudad.

Todo cabe en la desmedida, ambiciosa estética joyceana, en su sedienta experiencia de paseante, que es ante todo una poética de la escritura libre de ataduras y llena de sonoros retruécanos, ingeniosos tropos, cultas referencias, oscuros recovecos y un humor desproporcionadamente rabelesiano: Joyce es un genio, el pintor alegre escondido en cada imagen, un niño feliz detrás de cada referencia, un escritor inspirado tras cada frase y un loco visionario que halla perlas resplandecientes enterradas entre los escombros, deslucidas por los orines del ayer.

Nadie debería temer al Ulises: es tan abrumador como las calles de una gran ciudad y se ha escrito tanto sobre él que podríamos igualar en número de páginas el cronicón de cualquier gran civilización de Occidente solo en material crítico. Pocas lecturas ofrecen tanto, igual que pocos paseos resultan tan provechosos como el de Leopold Bloom: apenas unas horas que se despliegan durante un sinfín de páginas cargadas de una altísima y más que divertida literatura. Ningún lector puede recibir un regalo mejor: es un libro donde los tiempos y las perspectivas, las voces y los acontecimientos, los discursos y las digresiones, desbordan todo límite hasta hacer tremendamente accesible aquello que en un principio aparecía como abstruso. No hay intelecto, pasión o retazo de lo grandioso oculto entre lo abyecto que quede fuera de este libro enciclopédico de la condición humana; y, al final del largo viaje, recuerden que aguarda el canto erótico de un amor fracasado, redimido por la gracia de la carne y finalmente absuelto que proclama: «Sí quiero sí». Un canto de sirena que sin duda perdurará toda la eternidad.

The post El Ulises portátil de James Joyce first appeared on Hércules.

 

La teoría económica del amor

La definición del deseo que manejamos casi siempre resulta sesgada, y sospechosamente resulta mucho más atractiva cuando puede ser traducido en beneficio para alguna empresa capaz de satisfacernos
The post La teoría económica del amor first appeared on Hércules.  Desde hace algo más de quinientos años, o quizás antes, la razón rivaliza con lo emotivo dentro del ser humano, en parte debido a la extraña dicotomía que desde los clásicos atenienses se hace de la pureza del alma y lo corruptible del cuerpo, cuyo máximo exponente resultaría aquel de espaldas anchas, Platón, de cuyos escritos “la historia occidental no es más que una nota a pie de página” según la famosa cita de Alfred Whitehead. Hoy, el pensamiento humano sigue replicando el viejo conflicto interior, en entornos hiper-estimulantes que desbordan cualquier posibilidad de discriminar sosegadamente cuál es el modelo de vida bueno fuera de la espiral cortoplacista que caracteriza nuestro tiempo, incluso cuando el objetivo de estas preguntas sea algo tan relevante como qué persona escoger para compartir nuestra existencia.

Sí que fue hace algo más de quinientos años cuando se planteó la Fábula del asno de Buridán, que relata cómo el animal, a la misma distancia de dos montones con la misma cantidad de heno, es incapaz de decidir qué opción es mejor, por lo que acaba muriendo a las puertas de la abundancia. La fábula sirvió de crítica a los intentos de Buridán -escolástico francés- por hacer de las decisiones humanas algo susceptible de ser definido íntegramente de forma racional, sin acoger la parte emotiva y moral -o si se quiere imperfecta- de ellas.

En nuestros tiempos de turbo capitalismo y alienación, el filón racional ha derivado en un cálculo económico que inunda toda la vida social. La forma de vivir y sentir la vida actual integra conceptos de naturaleza económica como inversión, rentabilidad, rendimiento o coste de oportunidad: muy prácticos cuando se habla de manejar algo como un pequeño comercio pero patéticos si lo que se decide es qué hacer el viernes o con quién tener una cita.

El “mercado sexual y emotivo” no queda libre de esta invasión y sufre hoy más que nunca una tecnologización que impone nuevas formas de pensar, la tinderización de las relaciones, la aparición de juguetes sexuales muy sofisticados y la vulgarización del sexo a nivel cultural definen un estado de cosas en el que la mejor situación posible es la del sujeto independiente (libre de herencias y obligaciones) capaz de decidir en todo momento la mejor opción posible: el mejor concubino, el vídeo más excitante o el dildo más estimulante, todo ello decidido mediante un proceso que generalmente sólo comprende el corto plazo -posiblemente el peor enemigo del ser humano-. En todo este esquema, los cuidados, la atención, incluso la espera, paciencia y sacrificio que exigen las conexiones humanas aparecen como los elementos no deseables del asunto, externalidades negativas cuando lo único que se pretende del otro es ser un instrumento para la consumación sexual.

Como complemento perfecto de esta tecnologización surge el deseo, uno de los valores con mayor presencia en nuestra época: todo lo deseable parece realizable y, en cierta forma, bueno, satisfactorio y virtuoso por sí mismo. Algo que podría resultar aceptable si dejáramos fuera el hecho de que portamos cerebros homínidos con una alta capacidad para asimilar la dopamina y, precisamente por ello, también con la necesidad de aumentar el estímulo si se quiere mantener la misma respuesta, la misma satisfacción.

No obstante, la definición del deseo que manejamos casi siempre resulta sesgada, y sospechosamente resulta mucho más atractiva cuando puede ser traducido en beneficio para alguna empresa capaz de satisfacernos, también si el deseo sigue las directrices de lo que la hegemonía cultural dicta. Por eso hoy no se entiende como correcto desear cuidar de tus padres con 28 años ni hacerle la comida a tu novio para cuando llegue a casa del trabajo, y sí resulta deseable masturbarse y hacer un viaje de dos días a cualquier destino que proponga la aerolínea lowcost de moda.

Cualquier conflicto moral -y político- resulta irresoluble, precisamente porque a la hora de plantear cuál es la vida digna de ser vivida entran en juego intuiciones mucho más ligadas a la experiencia que lo racional. Pese a esto, hoy en día el volumen de soledad no deseada y patologías mentales hace necesario replantear qué es lo deseable y qué no, si es bella la abnegación en el amor de nuestros abuelos y si la ilusión -creada interesadamente- de poder escoger un compañero sentimental cada semana nos hace felices o, por el contrario, sólo nos satisface, en el mejor de los casos.

The post La teoría económica del amor first appeared on Hércules.

 

Irene Montero acusa a Yolanda Díaz de ceder ‘todo el poder’ al PSOE

Montero acusó a Díaz, actual vicepresidenta segunda del Gobierno, de haber subordinado los intereses de Podemos al PSOE
The post Irene Montero acusa a Yolanda Díaz de ceder ‘todo el poder’ al PSOE first appeared on Hércules.  La exministra de Igualdad, Irene Montero, ha lanzado duras críticas hacia Yolanda Díaz y el PSOE en una entrevista concedida a La Vanguardia con motivo del lanzamiento de su nuevo libro, Algo habremos hecho. En la publicación, Montero relata la historia de Podemos y reflexiona sobre los éxitos y errores de la formación morada, haciendo especial énfasis en su etapa en el Gobierno de coalición con los socialistas.

En la entrevista, Montero acusó a Díaz, actual vicepresidenta segunda del Gobierno, de haber subordinado los intereses de Podemos al PSOE. «Yolanda Díaz le ha dado todo el poder al PSOE», afirmó, destacando la pérdida de influencia de la izquierda alternativa en las decisiones del Ejecutivo.

La memoria de Podemos

Montero también vinculó las tensiones judiciales con una campaña mediática en contra de Podemos y otras fuerzas de izquierda. En sus declaraciones, calificó esta situación como una «estrategia golpista» destinada a mantener el poder en manos de sectores que no necesitan presentarse a las elecciones. «Es inexplicable que el PSOE, cuando no les ha tocado a ellos, hayan mirado para otro lado o se hayan aprovechado electoralmente. Pero ahora que les está tocando, lo que hacen es pactar el Poder Judicial con el PP, que es el representante político de esos sectores reaccionarios», subrayó.

En el contexto del debate sobre los Presupuestos Generales del Estado, Montero criticó la postura del Gobierno y presentó algunas propuestas claves desde Podemos. Entre ellas, destacó la necesidad de romper relaciones con «países genocidas» y de implementar un embargo total de armas destinadas a Israel. Además, insistió en que es fundamental regular el precio de los alquileres mediante ley. «Son cosas que no deberían ser ni objeto de negociación», afirmó.

The post Irene Montero acusa a Yolanda Díaz de ceder ‘todo el poder’ al PSOE first appeared on Hércules.

 

Dos años de espera , las aduanas de Ceuta y Melilla continúan bloqueadas por Marruecos

El Ejecutivo español respaldó el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, un gesto político que buscaba mejorar las relaciones bilaterales
The post Dos años de espera , las aduanas de Ceuta y Melilla continúan bloqueadas por Marruecos first appeared on Hércules.  Dos años después del compromiso alcanzado entre Marruecos y España, las aduanas de Ceuta y Melilla continúan cerradas. Este incumplimiento pone en tela de juicio uno de los puntos clave de la hoja de ruta pactada en abril de 2022 entre el presidente del Gobierno, y el rey marroquí Mohamed VI. En ese momento, el Ejecutivo español respaldó el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, un gesto político que buscaba mejorar las relaciones bilaterales y desbloquear cuestiones pendientes entre ambos países.

La promesa de apertura, aplazada una y otra vez

El compromiso incluía la reapertura de la aduana en Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en agosto de 2018, y la apertura de una nueva aduana en Ceuta, un paso histórico ya que nunca había existido. Inicialmente, se fijó como fecha tentativa enero de 2023, antes de la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en Rabat los días 1 y 2 de febrero. Sin embargo, esta fecha se postergó alegando la necesidad de realizar pruebas piloto para garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones.

A lo largo del primer semestre de 2023, se llevaron a cabo tres ejercicios piloto. Aunque por parte española se aseguró que todo estaba listo, las autoridades marroquíes señalaron «problemas técnicos» como el único obstáculo para la reapertura. Esta explicación fue reiterada en diciembre de 2023 durante una reunión entre el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, Naser Burita.

El 26 de noviembre de 2024, durante un encuentro entre Albares y Burita en Cascais (Portugal), ninguno de los gobiernos confirmó si las aduanas habían sido tema de discusión o si se había logrado algún avance. Aunque ambos países afirman seguir trabajando en la hoja de ruta acordada en 2022, la falta de información concreta alimenta la incertidumbre y las críticas.

The post Dos años de espera , las aduanas de Ceuta y Melilla continúan bloqueadas por Marruecos first appeared on Hércules.

 

Ayuso acusa al Gobierno de beneficiar a Cataluña con la condonación de deuda

Ayuso ha criticado especialmente que esta medida beneficie de forma significativa a Cataluña, lo que considera «perdonar todo el dineral que deben por su mala gestión»
The post Ayuso acusa al Gobierno de beneficiar a Cataluña con la condonación de deuda first appeared on Hércules.  

«La deuda no se evapora, se reparte», ha sentenciado la presidenta madrileña en una entrevista concedida a la Cadena Cope, en la que advirtió que «si piensan que esto lo vamos a dejar pasar por alto, lo llevan complicado».

Críticas a la izquierda y al independentismo catalán

Durante la entrevista, Ayuso también cargó contra la gestión de la izquierda y los partidos independentistas en Cataluña, asegurando que «a los catalanes les están tomando el pelo». «Les meten las manos en los bolsillos desde hace tiempo, pero están muy ocupados en fabricar esa nación paralegal de organismos», añadió. La presidenta de Madrid argumentó que la mala administración en Cataluña contrasta con el volumen de ayudas que reciben del Gobierno central. «Las deudas no se condonan, las deudas se pagan y si no, que me lo digan a mí», subrayó Ayuso, destacando que Madrid contribuye con un 80 % de sus impuestos a la Administración General del Estado, mientras que solo el 20 % queda en la región.

Ayuso también aprovechó para reivindicar la gestión fiscal de su comunidad, asegurando que, pese al modelo de redistribución, Madrid mantiene servicios de calidad y margen para bajar impuestos. «Y todavía somos nosotros los insolidarios, cuando todo lo que Madrid recauda va al conjunto de España, y a ellos también», criticó, en referencia a Cataluña. Además, acusó al Gobierno de perseguir su política fiscal «por tierra, mar y aire».

«No vamos en contra de Cataluña, sino de su gestión»

En su intervención, Ayuso dejó claro que su crítica no está dirigida contra Cataluña como territorio ni contra sus ciudadanos, sino contra lo que calificó como una «gestión ruinosa». «Es algo que no se sostiene y luego es de un victimismo absoluto, porque lo siguiente será decir que estamos en contra de Cataluña y el sentimiento catalán, que nosotros atacamos desde Madrid. Mentira«, aseguró.

The post Ayuso acusa al Gobierno de beneficiar a Cataluña con la condonación de deuda first appeared on Hércules.

 

China: el gigante asiático siempre en chancletas

China hoy claudica en su plan original de comerse al mundo, al menos desde dentro; porque si ha quedado claro que de cara al exterior China cuenta más –mediando con Rusia en el conflicto con Ucrania, echando pulsos comerciales a los Estados Unidos, amenazando continuamente a Taiwán–, en su mercado interno cualquier tiempo pasado –y cercano– fue mejor
The post China: el gigante asiático siempre en chancletas first appeared on Hércules.  Hace unos días el buque chino Shang De Wu Yi Shang, como metáfora de la realidad china, solicitaba abrigo a la guardia costera española en Ares, junto al puerto de Ferrol, ya que las dos grúas de gran envergadura que llevaban como carga a Tailandia –acababan de cargarlas en Bremen, Alemania– se habían venido abajo, dejando al barco en condiciones complejas cuando el parte metereológico acababa de dar una alerta naranja. Porque si es bien digno reconocer que China, de un par de décadas a esta parte, ha crecido de manera desmesurada, no debería rasgarnos las vestiduras el asumir que el repetitivamente llamado gigante asiático lleva años, si no a la deriva, sí al menos muy lejos de sus sueños dorados, en una franca decadencia que ha pervertido el brutal nivel de gasto de una sociedad que ahora no se mete las manos en los bolsillos ni durante el invierno más crudo. 

Izquierdistas, liberales, anarquistas sin saberlo y todos los gobiernos y cuerpos diplomáticos, y por ende, la totalidad de los medios de comunicación que tienen algo que decir en este planeta, llevan eso, un par de décadas anunciando a bombo y platillo que China es el ejemplo a seguir, que si crece tanto que se van a acabar los calificativos gracias a sus porcentajes anuales de crecimiento, y que, también de forma cansina, es el país del mundo que ha sacado al mayor número de personas –cientos de millones– de la extrema pobreza. Y es una lástima que la frase, ya manida no se concluya con lo siguiente: China es el país del mundo que ha sacado a un mayor número de personas de la pobreza, pobreza que ellos mismos y el extremo comunismo de Mao Zedong ofreció a su propia población durante décadas. O dicho de otro modo: China sacó de la mierda a todos aquellos que previamente había metido allí. 

Aunque los medios españoles lo hayan pasado por alto, China lleva algo más de un lustro presionando para que aquella permisividad de comienzos de siglo con el extranjero, se cancele. Según números no oficiales, en China no quedan ni el 10% de los expatriados que, como yo, formábamos parte de, al menos, sus grandes ciudades durante la primera década de este siglo. En esos años, no era extraño toparse en la Concesión Francesa de Shanghái con negocios regentados por blancos caucásicos que recibían una clientela numerosamente extranjera perfectamente asociada con la local. En Pekín, dentro de su barrio diplomático de Sanlitun, ocurría lo mismo. Y hasta en Hong Kong, enclave devuelto por el Reino Unido a China, numerosos blancos salieron a la carrera antes de la pandemia, que fue cuando Xi Jinping comenzó a urdir su plan; durante la epidemia, acosados por las dificultades extremas; y tras la paralización absoluta y mundial, tras haberse dado cuenta que ya no éramos necesarios para la turbina atómica del PCCh que comienza a toparse con sus primeros signos claros de crisis.

Entre los factores determinantes para que China se haya estancado, está la crisis inmobiliaria, con su consiguiente caída en ventas de viviendas, cuando numerosos proyectos que se iniciaron al albur del crecimiento económico, se encuentran hoy tan terminados como abandonados a su suerte. Y claro, de la crisis inmobiliaria ha salido infectado el sector bancario, cuando hasta hace poco los créditos se ofrecían casi sin mediar palabra tanto a empresas como a particulares. Por lo que: la banca tiene menos trabajo, y por ende, menos bancarios, cuando la construcción ha devuelto a las calles a millones de albañiles –y lo que no son albañiles– que tratan aún de defender en público a un sistema que vuelve a hacer aguas, como antaño. 

El envejecimiento de la población –hay que recordar que hace unos años comenzó a levantarse la ley que encarcelaba a los mandarines si tenían más de un hijo–, gracias a las evidentes mejoras médicas y alimenticias, tampoco está ayudando demasiado. Pero este dato también debería ser desarrollado. Porque China, a la que tildan a su vez de manera constante como la segunda economía mundial –teniendo en cuenta que son 1.400 millones, ¿no deberían ser la primera?–, y aunque haya mejorado sus prestaciones hospitalarias que han elevado su esperanza de vida, sigue en la clasificación mundial lejos de la cabeza, concretamente en el puesto 66, por debajo de Kosovo y empatados con Bosnia y Herzegovina. 

Pero la razón esencial a la crisis china hay que buscarla en el jefe de su régimen: Xi Jinping, el cual ofrece los mecanismos para que el Estado controle cada vez más la economía, y esta, como no podía ser de otro modo, haya perdido su dinamismo de antaño. Xi Jinping, que ha decidido ser presidente del país a perpetuidad saltándose a la torera las normas anteriores que obligaban a que cada ocho años la cabeza de mando cambiara, asume la pérdida de crecimiento a cambio de un autoritarismo que sólo conocen los más viejos del lugar trufado de la clásica propaganda nacionalista, que tan bien funciona cuando las cosas se ponen feas. Pan y circo.

Otro asunto que ha paralizado y hecho decrecer a la economía china ha sido la cantidad de compañías extranjeras que, o bien por la subida de los costes o por la arraigada guerra comercial con los Estados Unidos, decidieron diversificar sus inversiones atraídos por países menos restrictivos y con mejores perspectivas económicas como lo son Vietnam, Bangladesh, Laos, Indonesia e incluso naciones africanas, donde abrir fábricas y producir es mucho más fácil que en China. 

Todo este nuevo maremágnum se ha visto acrecentado asumiendo que los consumidores –o sea, la población china–, y como no podía ser de otra forma, gastan menos, cuando numerosísimas empresas, donde se incluyen las estatales, han recortado salarios, además de que ya no se contrata con la facilidad de hace una sola década. Añadan a esto el mayor numero de licenciados universitarios que se ven sin salidas al mercado laboral –¿les suena de algo?– y habrán dado con la nueva realidad china: aquella que estancada busca otros sistemas internos para que el pueblo siga contento. Y claro está, el conflicto con la tan rebelde como independiente Taiwán es ya el pan y circo de cada día, a la vista que parecer y ser millonario ya no es tan fácil. 

Porque no es casualidad que a la vez que China perdía fuelle, Xi Jinping haya ido elevando el nivel de amenazas contra Taiwán, en lo que yo aseguro, será el comienzo de la Tercera Guerra Mundial, que ya les aseguro no se iniciará ni en Rusia, ni en Europa ni en los Estados Unidos. El trauma taiwanés, una nación independiente que aunque sí perteneció a China jamás lo hizo a la República Popular fundada por Mao Zedong en 1949, y que recibe la ayuda oficial de los Estados Unidos y secundariamente de Japón –los dos grandes enemigos mandarines–, se ha acrecentado, y nunca por presiones, amenazas o ataques de Taiwán, sino por todo lo contrario, llegando a haber estado varias veces el país democrático con su espacio aéreo cerrado gracias a las maniobras militares chinas en cielo taiwanés, preludio de lo que tarde o temprano ocurrirá. Claro que, cuando un taiwanés observa la decadencia de Hong Kong desde que China tomó el mando, el miedo crece, porque si alguna vez Taiwán fuera invadida y sometida, serán los taiwaneses los que pasarán a formar parte de la máquina de picar carne china, con su crisis económica palpable, su absoluta falta de libertades y su, porque no repetirlo, esperanza de vida bastante más baja. 

Un amigo en Shanghái y otro en Cantón me comentaban lo que ya es vox populi: el resurgir de las casas de masaje, tantas veces con final feliz, las cuales dan trabajo además de fomentar el placer al esquivar el estrés en estos tiempos de dificultades, en donde, y mira tú por dónde, hace años Xi Jinping inició una campaña de valores y todo eso, que visto el panorama, ha volado, literalmente, por los aires.

Para entender aún más la profunda crisis china, la cual ya aceptan hasta sus nuevas generaciones, sólo hay que observar sus chats y redes sociales donde se ha elevado por encima de cualquier movimiento uno que fomenta el alimentarse con sólo 500 yuanes mensuales, algo así como 70 euros. La campaña, exitosa hasta niveles sorprendentes, ha conseguido que decenas de millones de chinos no salgan a gastar a restaurantes y compren sólo lo más barato para cocinárselo en sus propias casas. Muchos de los desesperados han asegurado que incluso cuando encuentren trabajo continuarán con ese sistema, que al menos, les permitirá ahorrar. Ni que decir tiene que para vivir en China, y sobre todo en las grandes ciudades, con 70 euros al mes para realizar tres comidas diarias, la correcta alimentación de sus propagandistas volará, literalmente, por los aires. 

Otro asunto relevante es el silencio general a la hora de evaluar la que se supone gigantesca deuda china, que no sólo deja al país casi sin inversores extranjeros, sino que los propios ahorradores chinos que aún quedan –sigue existiendo en el país el mayor número de millonarios del planeta– se plantean, y en lo pocos casos, poner su dinero lejos del actual declive chino. 

Aunque mi análisis crítico sea superior al del resto, siempre he venido manteniendo que China era un bluf. Que sí, que había levantado ciudades que antes eran establos, hoy repletas de prolijos barrios donde abundan los rascacielos y donde el transporte público funciona –en realidad el subterráneo; porque otro drama chino es cómo manejan el tráfico–, pero que incluso así jamás me salían las cuentas viendo cómo cientos de millones de chinos, incluso en los momentos de máxima bonanza, ganaban 400 euros mensuales sino menos. Y que no se olvide lo mollar del pensamiento han, al menos, desde que el PCCh tomó los mandos de la nave: un ciudadano chino asume que le vaya mal e incluso muy mal si la nación, y aún más con la ayuda de la propaganda interna, sigue siendo el buque insignia de este mundo y la futura directora del poder mundial cuando desbanque –según les cuentan un día sí y el otro también– a los Estados Unidos. 

Como el barco que fue incapaz de transportar dos grúas y tuvo que ser remolcado por guardacostas gallegos, China hoy claudica en su plan original de comerse al mundo, al menos desde dentro; porque si ha quedado claro que de cara al exterior China cuenta más –mediando con Rusia en el conflicto con Ucrania, echando pulsos comerciales a los Estados Unidos, amenazando continuamente a Taiwán–, en su mercado interno cualquier tiempo pasado –y cercano– fue mejor. 

The post China: el gigante asiático siempre en chancletas first appeared on Hércules.

 

El peligro de banalizar: cuando todo es ultraderecha, nada lo es

Cuando todo es ultraderecha, la ultraderecha real se diluye
The post El peligro de banalizar: cuando todo es ultraderecha, nada lo es first appeared on Hércules.  Hay palabras que pesan. Palabras con historia, con sangre, con memorias que duelen. Palabras que deberían reservarse para aquello que realmente las merece, pero que, en las manos de los políticos, los medios de comunicación y hasta los influencers del momento, se convierten en etiquetas de quita y pon, armas arrojadizas en el circo del debate público. Una de ellas, sin duda, es “ultraderecha”.

En España, parece que hemos llegado al punto en que cualquier cosa que no se alinee milimétricamente con el progresismo del PSOE es automáticamente tachada de ultraderecha. Rajoy fue ultraderecha, Albert Rivera también. Vox, por supuesto, también Ayuso, los jueces y según algunos, hasta yo mismo estoy peligrosamente cerca de “la extrema”. Pero, ¿qué pasa cuando a todo lo que se mueve un centímetro a la derecha de Sánchez se le aplica esta etiqueta? Lo que ocurre es que el término pierde su significado, y eso, lejos de ser anecdótico, es peligroso.

De la exageración al blanqueamiento

Calificar de ultraderecha a un partido como Ciudadanos, que nació para oponerse al nacionalismo catalán desde un marco liberal y moderado, no solo es un error histórico, sino también un ejercicio de manipulación deliberada. Es parte de una estrategia que busca demonizar al adversario político sin molestarse en debatir sus ideas. La derecha moderada, el centro reformista, todo cabe en el saco de lo inaceptable. Pero la consecuencia no es solo la polarización del debate. Es algo más sutil y mucho más pernicioso: el blanqueamiento de la verdadera ultraderecha.

Si todo es ultraderecha, nada lo es. Y cuando un movimiento realmente extremista aparece, amparado en ideas autoritarias o racistas, ya no se distingue entre el trigo y la paja. Los votantes, saturados de etiquetas, no perciben el peligro real porque han sido entrenados para ver fantasmas donde no los hay.

Esto no es nuevo. Durante el macartismo en Estados Unidos, se llamó comunista a todo aquel que no comulgaba con el discurso oficialista, desde sindicalistas hasta simples liberales críticos. El resultado fue una caza de brujas que, al final, solo sirvió para debilitar las instituciones democráticas y trivializar el verdadero peligro del comunismo en contextos donde sí era una amenaza.

La izquierda ha sido particularmente hábil en esta estrategia, dominando el lenguaje para convertirlo en un campo de batalla. Se apropian de términos como “democracia”, “progreso” o “derechos” y los oponen a sus enemigos, que automáticamente pasan a ser “populistas”, “retrógrados” o, claro, “ultraderechistas”. Pero esta táctica no solo es deshonesta; también es contraproducente.

La banalización de términos como “fascismo” o “machismo” sigue el mismo patrón. Cuando todo es machismo, desde un piropo hasta la violencia extrema, el concepto pierde fuerza. La gravedad de los casos reales se diluye, y las soluciones efectivas se vuelven imposibles. ¿Cuántas veces hemos visto debates donde se discute más sobre el uso de las palabras que sobre el problema en sí? La ultraderecha real, como el machismo real, se aprovecha de esa confusión para avanzar bajo el radar.

La ultraderecha real sí existe

En España, el término “ultraderecha” ha sido utilizado con particular ligereza desde la aparición de Vox. Sus detractores no han dudado en asociar al partido con movimientos neonazis o autoritarios, ignorando deliberadamente que Vox es, sobre todo, una reacción al independentismo catalán, al feminismo radical, al estado autonómico y al abandono de los partidos “de derechas” hacia sus votantes. Es un partido conservador, nacionalista, y cada vez más populista, pero de ahí a catalogarlo como “extremo” hay un trecho que solo se recorre con mala fe.

El problema es que, al usar esa etiqueta contra Vox, automáticamente se aplica también a quienes les votan. Y ahí está el verdadero daño: cuando se desprecia al votante por su elección, se le empuja hacia posiciones más radicales. Llamar “fascista” a alguien que simplemente critica las políticas migratorias no solo es injusto, sino que abre la puerta a que quienes realmente lo son se escondan en el anonimato. Cuando todo es ultraderecha, la ultraderecha real se diluye.

En lugar de un debate que permita identificar a los elementos realmente autoritarios, se les camufla entre la mayoría de los votantes y militantes de Vox que simplemente defienden posturas conservadoras o populistas. Así, se normaliza la existencia de individuos con ideologías fascistas dentro del partido, que las hay, pero sin que nadie los señale de forma efectiva. Y lo que es peor, se les otorga la excusa perfecta para hacerse pasar por “una víctima más de las etiquetas”.

Banalizar tiene consecuencias

Este juego de etiquetas tiene también efectos negativos dentro de la propia derecha. Partidos como el PP, temerosos de ser catalogados como «ultras», se acomodan en un centro tibio, renunciando a principios fundamentales para no ofender a nadie. La derecha, en lugar de defender ideas claras y contundentes, se diluye en la ambigüedad.

Mientras tanto, la verdadera ultraderecha, la que coquetea con ideas totalitarias, racistas o antidemocráticas, observa con una sonrisa cómo, cuanto más se abuse del término, más difícil será identificarla. Y cuando llegue el momento, ¿quién se dará cuenta? ¿Cómo podremos alertar sobre el peligro real si hemos malgastado todas nuestras balas disparando a aquellos que no lo merecían?

La conclusión es clara: si todo es ultraderecha, nada lo es. Y el problema no es solo semántico. Cada vez que banalizamos un término, debilitamos nuestra capacidad para enfrentar los verdaderos extremos. Y eso, en una sociedad democrática, es un lujo que no podemos permitirnos.

The post El peligro de banalizar: cuando todo es ultraderecha, nada lo es first appeared on Hércules.

 

La ONU denuncia la violación de derechos humanos en la ley del hiyab iraní

Los expertos han señalado que la legislación vulnera principios fundamentales, como la igualdad, la libertad de expresión, la autonomía corporal, la libertad de religión y creencias, la seguridad y la privacidad
The post La ONU denuncia la violación de derechos humanos en la ley del hiyab iraní first appeared on Hércules.  Un grupo de expertos independientes designados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha instado al Gobierno de Irán a derogar una nueva legislación que impone castigos severos, incluidas penas de hasta 15 años de prisión y la pena de muerte, a mujeres y niñas que no cumplan con el requisito de usar el hiyab. La ley, que entra en vigor este viernes, ha sido calificada por la ONU como un “ataque fundamental” a los derechos humanos.

Violación de derechos fundamentales

Los expertos han señalado que la legislación vulnera principios fundamentales, como la igualdad, la libertad de expresión, la autonomía corporal, la libertad de religión y creencias, la seguridad y la privacidad. “La ley constituye una clara violación de los Derechos Humanos fundamentales y perpetúa la discriminación por motivos de género”, han subrayado en un comunicado difundido por la ONU. Además de las penas de prisión, la legislación contempla multas significativas y la posibilidad de aplicar la sentencia de muerte bajo el cargo de “corrupción en la tierra”, un término que en el sistema legal iraní se utiliza para justificar condenas extremas.

La conocida como “Ley de Protección de la Familia mediante la Promoción de la Cultura de la Castidad y el Hiyab” introduce también un sistema de vigilancia que, según los expertos de la ONU, genera un “clima de miedo y desconfianza” en la sociedad iraní. Este sistema tiene un impacto especialmente grave en mujeres, jóvenes y usuarios de redes sociales, quienes podrían enfrentar represalias por expresar su oposición o por desafiar la normativa.

La ONU y los expertos han hecho un llamado a la comunidad internacional para que ejerza presión sobre Irán y denuncie la implementación de esta legislación. Según sus conclusiones, estas medidas no solo son incompatibles con los principios internacionales de derechos humanos, sino que también exacerban las tensiones y el malestar social en un país donde las protestas por la libertad de las mujeres han tomado un papel central en los últimos años.

The post La ONU denuncia la violación de derechos humanos en la ley del hiyab iraní first appeared on Hércules.

 

La Guardia Civil compensará a los agentes de la DANA con 80 y 40 euros por día trabajado

El pago adicional, que oscilará entre 80 y 40 euros por día trabajado, dependerá de las funciones desempeñadas y de las condiciones en las que se llevaron a cabo los servicios
The post La Guardia Civil compensará a los agentes de la DANA con 80 y 40 euros por día trabajado first appeared on Hércules.  La Guardia Civil ha anunciado que otorgará gratificaciones económicas a los agentes que participaron en la gestión de la emergencia provocada por la DANA que afectó a Valencia, Cuenca y Albacete. Este pago adicional, que oscilará entre 80 y 40 euros por día trabajado, dependerá de las funciones desempeñadas y de las condiciones en las que se llevaron a cabo los servicios.

Período y criterios de aplicación

Gestión de los gastos

Un punto controvertido es la gestión de los gastos asociados al desplazamiento y la manutención de los agentes. Debido al cierre del ejercicio económico, las cajas pagadoras no están adelantando los fondos necesarios para cubrir estos gastos. Como resultado, los agentes deberán sufragar de su propio bolsillo los costes de hotel y alimentación, que les serán reembolsados en 2025. La AUGC ha calificado esta situación como “indignante”, ya que consideran que los agentes no deberían asumir estos gastos de manera anticipada, especialmente tras el esfuerzo extraordinario realizado durante la emergencia. Además, la asociación ha instado al Instituto Armado a reconsiderar su posición y a buscar soluciones inmediatas para evitar perjuicios económicos a los afectados.

La participación de la Guardia Civil en la gestión de la DANA fue fundamental para garantizar la seguridad y mitigar los daños en las zonas afectadas. Desde operativos de rescate hasta labores de apoyo logístico, los agentes jugaron un papel clave en la respuesta a esta emergencia climática. Sin embargo, la AUGC advierte que el reconocimiento económico debería ir acompañado de una mejora en las condiciones laborales y de una mayor previsión en la gestión administrativa de los pagos. Para los agentes, estas gratificaciones no solo representan un alivio financiero, sino también un reconocimiento al sacrificio personal y profesional que implica trabajar en situaciones extremas.

La AUGC ha instado al Gobierno y a las autoridades competentes a implementar medidas que aseguren una compensación adecuada y oportuna para los agentes de la Guardia Civil. Además, han subrayado la importancia de incluir a todos los efectivos que contribuyan a la gestión de emergencias, independientemente de la fecha en que se incorporen a los operativos.

The post La Guardia Civil compensará a los agentes de la DANA con 80 y 40 euros por día trabajado first appeared on Hércules.